Uno de los poco avances esperanzadores en nuestros tiempos es la toma por asalto que las mujeres han emprendido para ocupar los espacios que legitimamente les corresponden.

La prueba para saber si puedes o no hacer un trabajo no debería ser la organización de tus cromosomas.
Bella Abzug

En los deportes, la cultura, la economía, la academia, el arte, la ciencia y la política son cada vez mayores sus avances. Como dice la frase de Almudena Grandes: "el feminismo es la única revolución que llegó viva al siglo XXI".

Yo añadiría que además es la que mayores beneficios y esperanzas ha traído a la mitad de la humanidad.

Por esta razón, y más allá de filias y fobias políticas tan de moda en nuestro país, sostengo y propongo deben ser mujeres quienes ocupen los cuatro asientos de Consejo General del INE (CGINE) que se renovarán en el próximo mes de abril.

Sin duda existen algunas excepciones muy específicas , pero al echar un vistazo a la lista de las 77 mejor calificadas, podemos comprobar que se conforma casi por completo por personas que poseen un alto grado de especialización en materia electoral, ya sea desde la función pública, el análisis o la academia.

Muchas han sido consejeras locales, alguna litigante en materia electoral o son mujeres cuya trayectoria se sitúa en la rama judicial del sistema electoral. En resumen, en este grupo existe una estimulante variedad de perfiles entre las cuales elegir.

Sin ir más lejos estas son razones más que suficientes para pensar en, al menos, designar a tres consejeras entre los cuatro lugares disponibles, espacios que sin problema podrían llenarse con mujeres capaces, inteligentes y con amplía experiencia.

Desde este momento me disculpo con los otros 77, los hombres, que también poseen grandes cualidades pero es el momento de ser humildes y hacernos a un lado. Entre los candidatos tengo amigos y colegas a los que respeto profundamente, sé que entenderán y quizá algunos apoyen esta iniciativa.

Sin embargo, los interesados y escépticos dirán que mi propuesta rompe con el principio de paridad en este proceso de selección, pero las matemáticas no mienten. La paridad no existe en este caso.

La mesa del Consejo General se conforma de 11 asientos para consejeras y consejeros. De estos solo 4 están ocupados en la actualidad por mujeres y el resto, incluyendo la presidencia, son masculinos. Esto significa que actualmente existe la puapérrima proporción de 36.6% de mujeres en el órgano directivo del INE.

Con el final del período de la actual consejera Pamela San Martin la proporción se reduciría hasta 28%, en caso de que no se eligiere ninguna mujer en este proceso. Una cuarta parte de mujeres en el Consejo para representar al 51% de población de México.

En el caso de que se realizara una designación "igualitaria", dos hombres y dos mujeres, la proporción quedaría con un 65% de hombres en la plana mayor del CGINE. Para establecer al menos la mitad de mujeres en dicho órgano sería necesario que se eligieran 3 y un hombre, quedando 54% de mujeres, algo inédito pero necesario.

Sin embargo, los tiempos actuales nos han demostrado el empuje, la fuerza y la capacidad que las mujeres tienen en nuestro país, algo que se refleja muy bien en la mayoría de los perfiles de las 77. Deberían ser 4 designadas y tener ellas un 65% de presencia, o no al revés.

En realidad, no se me ocurre ninguna razón realmente válida (legal, política o ética) para alargar la situación actual en el INE. Seguir con un CG predominatemente masculino es una contradicción si pensamos que la ley electoral que debe aplicar mandata una igualdad horizontal y vertical en las candidaturas de los partidos y la ley federal ordena que exista una situación de equidad en la administración pública. Algo que no ocurre en la herradura del INE, el buen juez por su casa empieza.

Por otro lado, la actual cámara, responsable de esta designación, proclama ser la "legislatura de la equidad de género" en su publicidad, debido a los números de su composición. Pocas oportunidades como ésta para demostrar que las acciones siguen a sus palabras y se puede avanzar en la igualdad sustantiva .

Y tienen tela de donde cortar, como ya dije. En una revisión a vuelapluma de las 77 podemos ver mujeres como Carla Humprey, Myriam Alarcón, Olga González , Tania Contreras, Rita Bell López y Daniela Dávila quiénes solo son un botón de muestra de buenas opciones.

Es momento de que se establezca una paridad justa en el CGINE y quizá de hacer historia contra los prejuicios de género, algo que nos ha llevado a desperdiciar el talento y experiencia de las mujeres a lo largo de nuestra historia. No podemos seguir siendo omisos al respecto.

@HigueraB

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