A finales del pasado mes de marzo el actual gobierno inauguró las instalaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles con bombo, platillo y acarreos. Las principales imágenes que tarscendieron ese día fueron las porras organizadas al estilo de un mitin de campaña, la señora de las tlayudas, los locales comerciales vacíos, el chiste peñista de Beatriz Gutiérrez Müller que enfureció al presidente y la falta de transporte para llegar con facilidad y rapidez.
De los aviones, los vuelos y la utilidad real ante el costo de operación nadie dijo nada y seguimos sin ver claro. Las noticias referentes al AIFA desde entonces han girado en torno a los videos y fotos que dejan ver las instalaciones como un aeropuerto fantasma y el famoso vuelo venezolano que fue detenido con agentes de inteligencia iraníes y venezolanos y, que en algún momento, se dijo que provenía de dicho aeropuerto.
Mas allá de eso, el limbo.
Este repaso viene a cuento por a la tan vaticinada “inauguración” de la refinería de Dos Bocas, rebautizada como Refinería Olmeca, y que parece destinada a seguir el mismo camino que Santa Lucía cuando mutó en Felipe Ángeles: ser un elefante blanco cuya utilidad será discursiva y propagandística.
El mismo gobierno obradorista lo ha aceptado de forma implícita, puesto que sólo se cortará el listón rojo de la primera parte, es decir las oficinas y espacios administrativos. Quizá se muestre alguna parte de las instalaciones de producción, más por la fotografía, todo para cumplir la fecha maldita que, en una más de sus ocurrencias, el presidente impuso. El 2 de julio no se podrá refinar nada que se pueda comercializar, en realidad.
Ya los expertos han señalado que, en el mejor de los casos, la refinería podrá producir en 2024 y sólo alcanzará su plena producción en 2026, sin solucionar el tema de las importaciones de gasolina.
Este “logro” tendrá un sobrecosto con respecto a los presupuestos anuales originales de 2019, 2020 y 2021 de 228.2%, equivalente a 368,428 millones de pesos, una cifra que hace ver a la estela de luz como un simple fósforo ante la hoguera de costos actuales y que, debido al decreto presidencial que volvió asunto de seguridad nacional esta obra, no se puede saber a ciencia cierta si es real y necesario o solo una corruptela petrolera más, digna de López Portillo y Romero Deschamps.
No olvidemos: endeudar al pueblo mexicano no es, solamente, pedir prestado a extranjero, también es dilapidar el dinero de los contribuyentes en proyectos que no son transparentes, que no garantizan un beneficio real a mediano y largo plazo. Todo esto, huele y se ve, como un gran foco de corrupción.
El actual gobierno sostiene que se ha terminado esta, que no son iguales a sus antecesores y por lo tanto que la forma en que se hacen las cosas no es comparable. Sin embargo, aquellos que tenemos algo de memoria histórica, podemos ver que todo el contexto se asemeja al periodo del boom petrolero de los años 70, específicamente al momento en que se impulsó la creación de una gran infraestructura petrolera a costa de la naturaleza, una gran corrupción y la dilapidación de miles de millones. Pero no estamos en los 70, el mundo no es el mismo, aunque el discurso presidencial así nos quiera hacer creer.
Así pues, ¿qué podemos esperar para mañana? Lo más trascendente será el montaje mediático, la comunicación política y la cargada político-digital que, sin ninguna duda, ocurrirá.
Desde el poder se llevarán a cabo todos los ritos y se dirán los mismos discursos. Se cortará un listón en medio de una “verbena popular, se realizará otro recorrido, se afirmará de forma falaz que la Olmeca es una refinería que salvará la soberanía energética del país, que es una muestra más de que se puede hacer grandes proyectos -inconclusos y no funcionales- sin endeudarse y se “pondrá en evidencia” el odio de los opositores y todos los traidores a la patria, debidamente encarnada en el líder bienamado y su proyecto.
Mientras esto ocurre Abraham Mendieta, Renata Turrent, Rapé, el Fisgón, Jenaro Villamil, el chapucero, Vicente Serrano, John Ackerman, Andrea Chávez, Juncal Solano, Fernanda Tapia, Epigmenio Ibarra, Antonio Attolini, Demián Alcázar, Jairo Calixto Albarrán, Hernández, entre otros, saldrán a cantar loas a la “magnífica obra” que es “un logro más de un gobierno que cumple”.
Caricaturas, videos, selfies, tiktoks, y mucho más postearán y publicarán estos personajes en sus medios y redes, demostrando el apego del neopriismo guinda a los mantras del priismo tricolor y en particular a la frase del Tlacuache Garizurieta: vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.
Mientras tanto la oposición no tendrá armada ninguna declaración, ningún informe que muestre que la obra en cuestión es un elefante blanco más de esta administración.
Al sumo se realizarán declaraciones retomando los dichos del presidente, demostrando su dependencia al discurso oficial y su falta de estrategia y se generarán “importantes e impactantes” hashtags como #CHAIFA y #aeromuerto.
Más de lo mismo.
#InterpretePolitico
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