Los efectos económicos y sociales que provoca la prolongada pandemia se suman a los problemas que resienten las ciudades latinoamericanas derivados del crecimiento desordenado, la desigualdad y la precarización de la mayoría de sus habitantes. De acuerdo con informes de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la contingencia sanitaria ha expuesto aún más las brechas estructurales entre las naciones, e incluso han disminuido los alcances de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Nunca como ahora es necesaria la cooperación entre naciones y sectores y se vuelve imprescindible escuchar las voces expertas de quienes hacen investigación y producen ciencia, desde las universidades y desde sus múltiples vínculos en redes de conocimiento. Por ello, resulta relevante la actividad virtual del III Seminario de Urbanismo Internacional, ciudad próspera, acciones inclusivas y proyectos sustentables, realizado entre el 16 y 20 de agosto.
Con el mérito de redes académicas de la Universidad Autónoma Metropolitana y de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca, Ciudad Universitaria, los participantes hicieron un recuento de los temas emergentes del urbanismo y de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, observando la urgencia y el carácter insoslayable de la inclusión y la sustentabilidad en el conjunto de políticas urbanas.
En este encuentro académico se puso en relieve que en Oaxaca, México y en el mundo, las ciudades se caracterizan por su diversidad cultural; por ambientes que expresan la confluencia de culturas y la convivencia de las mismas, compartiendo espacios públicos y haciendo de lo público el espacio urbano necesario para la inclusión de la diversidad. En el caso de las ciudades latinoamericanas, que se han conformado de múltiples migraciones, con fuerte presencia de los pueblos indígenas, afrodescendientes que nos dan origen, identificamos expresiones de diversidad pero también desigualdad e inequidad.
Nuestras ciudades crecieron con periferias precarias y empobrecidas, que hacen necesaria una agenda de inclusión y hacia el exterior, de una intensa cooperación como bien recomiendan las agencias internacionales para el desarrollo. Este trabajo implica retos políticos para los gobiernos locales y su respectiva sociedad civil en tanto conlleva un esfuerzo intenso de coordinación territorial, con perspectiva de cumplimiento de derechos y de carácter participativo, que rebase las herencias sectarias y clientelares de la organización autoritaria de la cual provenimos.
Los retos pasan necesariamente por acciones de conciliación en varios planos para hacer viable y sostenible la infraestructura de las ciudades que son reconocidas por su patrimonio histórico, con los requerimientos de sustentabilidad y recuperación de espacios públicos para toda la sociedad, pero sobre todo, la procuración de la conciliación atendiendo las características de pluralidad política, cultural e ideológica, en donde se coloque en el centro el componente más importante de las ciudades: la sociedad, con todo lo diverso y heterogéneo que lo conforma.
Ello implica un trabajo intenso de los gobiernos, con participación de expertos de las universidades e instituciones de educación superior en conjunto con la sociedad civil, para promover una construcción colectiva, con la aplicación y ejercicio de presupuestos participativos desde las políticas públicas, así como una mayor presencia de los comités vecinales, y de participación ciudadana en los consejos, para promover la democracia a través del impulso de mecanismos de democracia participativa.
Las redes académicas de carácter horizontal pueden tener la virtud de alentar debates amplios y flexibles, que permitan rebasar la rigidez de muchas organizaciones e instituciones locales para procurar gestiones innovadoras con elementos de carácter global y con un reconocimiento claro con perspectiva de derechos. De ahí la importancia de la participación de las universidades en el encuentro reciente de urbanismo internacional.
Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana
Integrante del Sistema Nacional de Investigadores CONACYT