Una antigua conseja del periodismo de opinión ha referido por décadas una ficción que ha pretendido ser ilustrativa de las sugerencias que un Presidente de feneciente régimen le daría a quien en breve sería su sucesor.

Mucho más allá de las cordiales fotografías que se han publicado de Peña Nieto, entrante con Calderón saliente, y del propio Peña genuflexo, derrotado y cordial ante un López Obrador quien se veía entero y mandón desde meses antes de sentarse en la silla del Águila, hay realidades que no ha contado ningún historiador o cronista casual.

El imaginario de la fantasía tiene suficiente para un tema enciclopédico, pero… ¿Qué se dicen entre el Presidente que se va y el electo que ha de llegar en un plazo perentorio?

La vieja conseja periodística a la que me refiero narra en el terreno figurado que un Presidente saliente siempre dejaba a su sucesor tres cartas con recomendaciones ante sucesivas crisis, con el encargo de abrirlas conforme se les fuesen presentando los problemas en sus respectivos gobiernos.

A la ocurrencia de la primera crisis, en esta inventada narración de pedagogía sucesoria, el Presidente en funciones abriría el primer sobre de los dejados por su antecesor, donde se encontraría la siguiente sugerencia:

“…Échale la culpa a tu antecesor y haz cambios en tu gabinete... con eso puedes distraer en esta primera crisis…”

Como la realidad es terca y la segunda crisis habría de presentarse, la crónica ficticia narra lo que el Presidente en funciones habría de encontrarse en la segunda carta de recomendaciones de su antecesor:

“… Échale la culpa al entorno internacional. Diles que es la inestabilidad venida de fuera y que lucharás para contrarrestarla. Pídeles ayuda…”

Y como el pecho del devenir histórico tampoco es bodega, pues necesariamente llegó la tercera crisis de gobierno para el Presidente de marras y, entonces, llegó el momento de abrir la tercera carta dejada como herencia.

Para ese entonces, el sobre ya había transitado desde el cajón del escritorio Presidencial a la caja fuerte del despacho en el Palacio Nacional, que a fin de cuentas es la sede oficial del Gobierno de la República.

Y entonces abrió la tercera carta y se encontró con el simple y siguiente mensaje:

“… Inventa mejores pretextos para tu sucesor…”

Nunca pude saber el autor de esta ficción tan ilustrativa.

Independientemente de que López Obrador se instaló desde el primer día en el empeño de culpar de todo a sus sucesores y a sus rivales, además de atribuir al entorno exterior la mayoría de los males nacionales, hay tres casos de enorme actualidad que nos dan pinceladas perfectas de que el creador de esta fantasía política de las tres cartas hace embonar los recientes pasos tambaleantes de dos Gobernadores García y un jefe policíaco apellidado igual. Nada menos que los Tres García.

GRACIAS POR EXISTIR, BRONCO

El joven que tan promisorio parecía en su campaña extendida se está manifestando, como muchos, en un idolito de pies de barro, si consideramos toda la expectativa que su Señora le ayudó a despertar desde su cómoda postura de influencer de redes sociales.

Ya se acabaron esos días de las instastories del joven Senador García silbando en busca de su odalisca y flotando por los aires buscando la respuesta de su pareja ideal, tal cual lo hizo en la campaña, aparentemente con éxito.

Hoy día desde el Estado que Gobierna se está cerniendo una sequía con particular agudeza en los más de 10 municipios que acompañan a Monterey en este nudo de Alcaldías que conforman el macizo urbano de la capital neoleonesa. Disponen de servicio de agua si acaso por cuatro horas al día.

Si a este problema se le suma la crisis no superada de seguridad y el nerviosismo político que le causa a Samuel García que el joven Colosio ya lo superó por la derecha y la izquierda en todas las encuestas para el 2024, pues es explicable lo que está haciendo el Gobernador respecto de Jaime Rodríguez Calderón, quien gusta ser llamado ‘El Bronco’ .

Samuel García está metiéndole inventiva a la primera carta de la ficción. No solo le está echando la culpa a su antecesor, sino que ya apostó por el tema de los barrotes carcelarios como adendum del documento.

El Gobernador encontró en El Bronco el distractor ideal para atraer la atención de sus agudos problemas. No solo ha tenido que salir a hacer control de daños sobre la tontería que hizo “adoptando” durante un fin de semana a un bebé discapacitado del DIF estatal, sino que ahora les debe una buena explicación a los neoloneses de Monterrey y sus conurbados sobre los motivos del racionamiento de agua.

Ya se sabe que casi bastaría con decir que simplemente no llovió y por tanto están prácticamente vacías dos de las tres presas que surten al importante conjunto de Municipios, pero con lo que salió el Gobernador es de escolapios.

Ahora resulta que no hay agua en la mayoría del sistema de presas porque ¡¡Sus antecesores se la acabaron!!

No le basta con el show mediático que está haciendo en torno al encarcelamiento de ‘El Bronco’, sino que ahora el estrés hídrico supremo al que está sometiendo a los Regios es culpa de los anteriores gobernadores.

No ha superado el síndrome de la primera carta este fallido, hasta ahora, competidor por la silla grande. En sus alocados movimientos, ya anunció que pasado mañana estará con el Presidente de la República, quizá convencido de que repartiendo la bronca hacia arriba va a librarla con los neoleoneses. En fin.

BÚSCALE A LOS ANTERIORES

En la misma dinámica de su tocayo de apellido, el Gobernador Veracruzano Cuitláhuac ya no sabe si inventar delitos estatales para meter a la cárcel a sus opositores, regañar reporteras con una escasez de testosterona digna de un descastado, o con la que salió recientemente.

Como los temas de seguridad no marchan en la entidad, no hay programas qué presumir más allá de poder orinar en gasolinerías sin pagar, además de ser la entidad con más asesinatos de periodistas desde el año 2000 hasta la fecha (datos de Artículo 19), Cuitláhuac García ya salió con que va a provocar que se investiguen los haberes de los exgobernadores Miguel Ángel Yunes y Javier Duarte.

Sin declarar inocencias o culpabilidades, porque no me corresponde, ahora resulta que el profesor-ingeniero halló el vellocino de oro de gobierno hurgando en las pertenencias de sus dos antecesores.

Más allá de que a Javidú le echen más años los jueces que lo mantienen entre rejas, ¿a qué viene ahora fijarse en Yunes?. Y la pregunta no está orientada a exculpar de nada al exgobernador veracruzano por el PAN.

Los malos ejemplos de cortinas de humo de la mañanera son más contagiosos que la Ómicron y todas sus variantes. Cuitláhuac opera en el método Sheinbaum que todas las mañanas transita en el viejo “lo que hace la mano hace la tras”, repitiendo todo lo que ve en la mañanera del Salón de la Tesorería.

En esa misma práctica, Cuitláhuac García durante su minimañanera trató con desprecio y autoritarismo a mi colega Sara Landa de Meganoticias, replicándole con autoritarismo, majadería y regaño la pregunta que intentaba hacerle.

Otro García instalado en la primera carta, adicionándole sus malos modos con una reportera que solo estaba haciendo su trabajo. El mal ejemplo cunde.

TODOS SOBRE SANDRA

Lastimados hasta la médula por su fracaso electoral en nueve de las 16 Alcaldías del corazón de la 4T, la Ciudad de México, los malos modos de la alcaldesa Sandra Cuevas le hicieron tener un incidente con unos policías a los que maltrató y en un arranque iracundo afectó aditamentos propios de su empleo como un teléfono y un radio.

No fue lejos la alcaldesa por la reacción en su contra. Enterado del suceso, el jefe natural de los policías auxiliares, Omar García Harfuch, presto informó a la Jefa de Gobierno y al siempre atento Martí sobre el incidente en que Sandra Cuevas había perdido los estribos y cometió un acto indebido para su investidura.

El tercero de los García de esta columna hizo su chamba: informó y sugirió. Martí operó y Sheinbaum aplaudió.

A Sandra Cuevas le sacaron algo más que un susto y hubo de recurrir a disculpas públicas a los policías eventualmente abofeteados y objeto de empellones.

Para que vean los nueve de oposición en la capital la clase de lupa que tienen sobre ellos y que a la menor provocación les van a caer encima para tratar de fastidiarlos. Martí le hace al Rasputín. Solo debe recordar que los despropósitos de este consejero de los Romanov ocasionaron que se despeñaran los Zares.

Les deseo un Gran Día de Sol.

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