Todo comenzó un jueves 21 de octubre cuando en una conferencia, sin que nadie lo preguntara, ni siquiera el sicariato de la primera fila de las mañaneras, López Obrador volteó la cara hacia la UNAM y le dirigió un mensaje a la institución que alguna vez rectoró José Vasconcelos:

La UNAM , dijo el Presidente, no estuvo a la altura en la época neoliberal y guardaron silencio ante el avance de políticas que solo hicieron daño al país.

Por si poco hubiese sido, al día siguiente de ese despropósito, López Obrador fue cuestionado por algún reportero sobre lo dicho el día anterior y lejos de recular o quitarle hierro a lo dicho 24 horas antes, tomó vuelo y amplió sus expresiones.

Era viernes 22 de octubre y López Obrador completó su repaso sobre la UNAM, la Universidad donde él mismo empleó 14 años para obtener su título con calificaciones más bien medianas.

Hasta la UNAM se volvió individualista, arremetió el Presidente, y además fue defensora de proyectos neoliberales y perdió su esencia de formación de cuadros y profesionales para servir al pueblo. ¡¡Zas!!

Luego de provocar más de un extrañamiento, lo que logró López Obrador fue poner en guardia a más de un universitario de la Junta de Gobierno, órgano ad hoc para el nombramiento del Rector, y a amplios sectores sociales que de inmediato se preguntaron a dónde se dirigían los pronunciamientos presidenciales.

Cuando se produjeron estas críticas obradoristas faltaban más de dos años para la sustitución del Rector Enrique Graue , cursaba entonces el ecuador de su segundo período al frente de la que en verdad es nuestra Máxima Casa de Estudios.

¿Hacia dónde iba el globo sonda enviado por López Obrador en octubre del 2021? No hay que dejar de lado el hecho de que el Rector Graue debe dejar el cargo en noviembre del 2023, justo cuando AMLO ya tendrá andando sobre el país a su candidato(a) a la Presidencia y el calentamiento de las campañas presidenciales estará como caldera de gimnasio pues faltará escaso medio año para la elección que definirá al sucesor Amlista.

Y como en política no hay coincidencias, una serie de hechos coincidentes sucedían en un pequeño Centro Público de Investigación dependiente del Conacyt , en cuyo corazón ya había comenzado el Gobierno obradorista a operar un control exclusivamente político: el Centro de Investigación y Docencia Económicas CIDE.

Nada que llame la atención, pero justamente por eso. El CIDE es uno de los 26 Centros Investigadores del Sistema encabezado por el Conacyt, pero es muy notorio por la trascendencia que han tenido desde su fundación, por quienes los fundaron y a quienes ha correspondido su Dirección.

Lo fundó Trinidad Martínez Tarragó hace más de 40 años y fue secundada por un hombre excesivamente cercano a ella, el destacado economista y creador de grupos políticos Horacio Flores de la Peña. Un dato que no hay que perder de vista es que Enrique Cabrero , estuvo en la dirección del CIDE por dos períodos consecutivos. Eso no se lo perdona la actual Directora del Conacyt, pero sobre todo que después de la dirección del CIDE se haya ligado todo el sexenio de Enrique Peña Nieto como director precisamente del Conacyt.

Pero con eso de que la inquina Cuatroteísta es madre y maestra de causas que parecen eternas y excátedra cual si fuesen vaticanas, a Enrique Cabrero y científicos que lo acompañaron durante los 14 años en que mandó y decidió sobre el quehacer académico y el financiamiento científico del país, provocó que les iniciaran a él y varios de su gente un proceso en la Fiscalía General de la República por malversación de fondos y hasta peculado.

Y si la pátina de los grandes problemas nacionales y los escándalos como la casa gris y las llamadas de Gertz Manero no fuesen suficiente elemento para que ese proceso penal contra científicos se dejara de lado, pues no. En reciente y única entrevista del Fiscal a Ciro Gómez Leyva, dijo claramente que el proceso contra Cabrero y gente tan distinguida como Julia Tagüeña sigue en pié y dará resultados próximamente.

Las críticas obradoristas a la UNAM y los embates de Álvarez Buylla para hacerse del control del CIDE forman parte de un macizo de decisiones que tienen un solo objetivo: hacerse del poder en este Centro de Investigación, como laboratorio de pruebas revolucionarias para ampliar las miras e ir por peces más robustos, quizá como la UNAM o la Universidad de Guadalajara.

Gente muy cercana al entorno de López Obrador aseguran que cada vez que al Presidente se le menciona el asunto de la UNAM, se le ve salivando y entornando los ojos en reflexión profunda, añorando quizá que le gustaría mucho dejarle a su sucesor(a) arreglado “el pastel” (Gertz dixit) de la UNAM. Ya se imagina a un personaje(a) cercano a la 4T tomando decisiones, entregando posiciones a sus secuaces y dirigiendo el presupuesto a los asuntos que les resultan de interés a los pandilleros porriles que irían de Picnic a las islas universitarias, si pudiese hacerse del control de la UNAM desde el próximo Rectorado.

No hay nada casual en lo que hizo el actual gobierno con el CIDE en función de sus pretensiones con la UNAM.

En voz de un acreditado directivo académico del CIDE, el notable historiador mexicano Jean Meyer, que habla mejor español que muchos nativos, todo lo que ha sucedido en el CIDE es un “tour de force” para ir por el control de la UNAM y la UdeG.

Son tan obvios, que sus intenciones manifiestas están a flote y está por verse si lo logran. Entre otras cosas, para eso mandaron a la Secretaría General de Gobierno de la administración de Sheinbaum a un personaje correoso, operador desde la Prepa, y armado de mañas hasta los dientes como Martí Batres.

Uno de sus tentáculos, a través de los grupos universitarios que prohíbe y fomenta, está trabajando en el propósito que personalmente interesa a López Obrador.

QUE NO COMAN AQUÍ

El tema forma parte de un tiro que el Gobierno obradorista está estructurando, tanto en el control político de las instituciones como en los contenidos educativos que se están pretendiendo desde la entraña misma de la Secretaría de Educación Pública , y que impulsa principalmente el subsecretario Luciano Concheiro.

No es la maestra Delfina, porque ella ocupa la parte central de su tiempo en soñar con el 2023 y la candidatura para el Estado de México, donde sabe que hay hartos recursos y hasta hizo traer su ábaco para calcular cuánto sería el diez por ciento del sueldo de todos los burócratas del Edomex.

El caso es que el gobierno de la Cuarta Transformación ya puso la vista en serio en el tema de la educación. De lo más reciente que hizo López Obrador, dentro de su estilo demoledor, fue desaparecer las escuelas de tiempo completo.

En la dinámica de las estancias infantiles, de los refugios para mujeres golpeadas y la Comisión de Atención a Víctimas , entre otras, que claramente identifican en su equipo ideológico como creaciones de regímenes anteriores, pues hay que destruirlas y engañar con el gambito de que “entregarán directamente los apoyos”.

Y es que su secretaria de Bienestar Ariadna Montiel, desde que era subsecretaria, tiene la misión de detectar que instrumentos de servicio social acarrean simpatías sociales, y por tanto electorales, para los gobiernos anteriores.

Y por eso hubo que destruirlos y cambiarlos por apoyos directos, becas, dineros entregados por junto en momentos estratégicos a lo electoral, para que sea a ellos a quienes se los agradezcan y la gente se acuerde en la ranura de la urna. Y Ariadna fue la primera, como subsecretaria, en advertir lo de las estancias infantiles y por eso les dieron aire por ser una creación presuntamente panista.

Pero ahora han llegado el momento de hundir el acelerador para crear su propio marco conceptual, con sus contenidos, de los materiales educativos que están en proceso de crear para los ojos de la mayoría de nuestros niños, pero ahora dominados con sus criterios y bajo su ideología.

El subsecretario de la SEP Luciano Concheiro está encabezando este esfuerzo, bajo un régimen que llaman “asambleas” estatales o regionales que consisten en reunirse con los grupos de maestros para venderles la idea de que todos ellos van a participar para la elaboración de los nuevos materiales educativos.

Hay frases muy significativas en este trabajo. “Qué los maestros gocen de autonomía curricular para contextualizar desde sus saberes los contenidos”, dijo apenas hace una semana en Morelia el subsecretario Concheiro.

“Se impulsan ideas y acciones –ha dicho el funcionario- que posibilitan trascender los currículos pasados, así como las reformas educativas anteriores que estaban fundadas en TEORÍAS homogeneizantes, universalizables y dominantes…” What??

Lo que eso quiera decir. Y muy probablemente que será su particular forma de ver la vida lo que será IMPUESTO en lo que reste del actual gobierno.

Esto está aderezado con afirmaciones sumamente válidas, como lo son la educación por el respeto a los derechos humanos, la equidad de género y el rechazo a la simple repetición y memorización de contenidos educativos. No encontrarán quien esté en desacuerdo.

¿Pero exactamente a dónde se dirigen?

Como no sea incluir en los Libros de Texto Gratuito el panfleto con el que respondieron al Parlamento Europeo , como documento histórico.

¡Y lo es!... De pena ajena barriobajera.

Les deseo un gran día de sol.

Twitter @undatosrarvizu 
FB Eduardo Arvizu Marin 
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