El astronauta Jack Swigert nunca imaginó que pasaría a la historia con su frase enviada a tierra desde la misión Apolo 13 en 1970. Secundado por el Comandante James Lovell dijo :‘… Houston, we have a Problem …’, después de un estallido y gran resplandor en su cabina, que avisaba pérdida en las fuentes de energía de la nave.

Lo que no habían hecho los muertos de Tlahuelilpan y medio país sin gasolina en pleno machetazo al huachicol; lo que no ha provocado el medio millón de familias enlutadas por la Covid gracias a los yerros e inconsistencias del gobierno; lo que no ha logrado el nulo crecimiento económico y el aumento de la pobreza; o lo ahogados del hospital de Tula… nada de eso.

Ni siquiera los problemas que nos causa un barril de petróleo brincando por la media de los 100 dólares, lo que es una fiesta para la venta del crudo, pero termina peor que resaca cuando hay que pagar a cotización internacional el precio de la gasolina, que en esa proporción se dispara.

Pues el asunto Houston y no todos los enumerados dio en la línea de flotación del gobierno de la 4T y, a la vista del malhumor y agresividad de López Obrador en la Mañanera, causó además de enojo y deseo de venganza una suerte de confusión que mostró al Gobierno todo, y al Presidente en particular, en busca de una revancha que se inventó en la persona de Carlos Loret.

Revancha, sí, pero en medio de una confusión informativa manifiesta de la 4T que un día sí y otro también han dado entre palos de ciego y patadas de ahogado con cada evento informativo que planearon como control de daños, mostrando las enormes ineficiencias del piloto a bordo.

Revanchismo y deseo de tender un telón distractor adicional, López Obrador mostró con el extremo de sus lágrimas el conflicto personal que le causa la denuncia de la Casa Gris de Houston, por una razón fácil de entender.

Cualquier padre podemos saber lo que significa que se metan con alguno de nuestra prole. Y en el lamentable caso de la casa gris es notorio que le llegó profundo a López Obrador, pero la obcecación y el personalismo Presidencial le quitó sus naturales buenos reflejos y decidió atraer simpatías por la vía de desacreditar a un periodista y crear una narrativa inspirada en el espíritu y la mueca de pobretón que tan buena renta le ha traido entre los desprotegidos del país, que por desgracia son muchos.

Es importante decir que toda la ola de Houston terminó precisándose porque la propia empresa petrolera encargó una auditoría a un despacho de seriedad incuestionable y quedó manifiesta la dosis política que comportaba el asunto.

Pero como hubo tanto desatino para desmentir el contenido informativo del reportaje, la emprendió hacia la persona del periodista difusor de la información, con la exhibición de supuestos ingresos altos. Estrategia de siempre, apoyado en su monacal concepción de la vida, con sandalia Carmelita Descalza y sayo rasposo. Pobre país.


LA CRISIS CAUSADA, DAÑO COLATERAL.

El aparato social que es Morena, más allá del Partido que no han estructurado sus tribus, se puso las pilas y además de lo declarativo echaron a andar el inveterado y pueril recurso de recabar firmas de apoyo en busca de sustentar escritos que transitaron entre la diatriba y la loa cursi con olor a naftalina, como si formase parte de un ramillete de arrebatado entusiasmo del corazón. Como en lo más rancio del PRI.

Hubo dos que resultan mencionables y uno de ellos está causando una crisis dentro de la bancada mayoritaria en el Senado de la República, que está moviendo hacia el rompimiento dentro en la mal llamada Cámara Alta, cuya estabilidad está sujeta con masking en unas esquinas y con goma de mucílago en las otras.

Como preámbulo del San Valentín, los duros del Senado de la República hicieron una carta de “ apoyo ” a López Obrador ante los embates producidos por la exhibición de los lujos cotidianos de su primogénito en Houston, recurriendo a los más rancios y torpes lugares comunes.

Y es que los señores Senadores se vieron lentos pues la preferida Claudia se les adelantó y se puso a juntar firmas entre los gobernadores morenistas del país, más el ‘ voyatodas ’ goleador Blanco (el Cuau), exhibiendo los conceptos más viejos que se han usado para expresar apoyo político a un personaje.

Salvo las expresiones de victimización que tanto les han funcionado a estos Cuatroteístas a lo largo del tiempo, la carta de apoyo es lo más similar que se recuerda de las épocas en que Fidel Velázquez arrancaba apoyos priístas por doquier para llevárselos junto con oro y mirra al Presidente en turno.

Y vaya que durante décadas lo hizo, como se reprodujo por todos los puntos cardinales de las organizaciones campesinas y populares priístas en esos tiempos, que para fortuna ya desaparecieron pero que estos morenistas sin la menor creatividad reproducen en fondo y forma.

En uso de la plantilla que se le rompía sobre el escritorio por vieja y usada hasta la náusea por el priísmo rancio, Sheinbaum redactó un manifiesto y luego juntó firmas entre sus pares y publicitó su apoyo, porque hay que seguir haciendo méritos y no caer de la gracia por ningún motivo.

En esas estaba, cuando ‘alguien’ les hizo ver a los radicales del Senado que la Jefa de Gobierno ya se les había adelantado en eso que alguna vez los tricolores llamaron “La Cargada ”, o el galope de “Los Búfalos” .

Con las precipitaciones, errores y abusos que las prisas conllevan, un grupo de Senadores morenistas hicieron una carta muy similar a la impulsada por Sheinbaum (ni quien diga que fue idea de Martí), pero dejaron varios cabos sueltos.

El primero y quizá más importante fue que a César Cravioto no se le hinchó el ánimo pedirle su firma al líder de la Bancada, Ricardo Monreal, lo cual le fue reclamado por el Zacatecano. Y al grito de “… yo soy el vocero …”, Cravioto trataba de apagar la indignación Monrealista.

De los 61 Senadores de Morena, supuestamente firmaron 49 y 3 del PES que les ayudaron a hacer bola. En los pasillos de Reforma e Insurgentes se dice que a algunos Senadores del grupo ni siquiera les llamaron para consultar si los ponían en la lista de los apoyadores presidenciales.

Además del cajón de sastre cetemista conceptual que usaron para redactar, Cravioto seguramente llamó a un vate suspirante de algún concurso de poesía coral para que plasmara sus décimas en el escrito, sin dejar de asegurar que los ataques a López Obrador provienen de ‘los conservadores que perdieron sus privilegios’ .

Cuando estaban a punto de enjugarse las lágrimas por ver a su líder sumergido en una ‘campaña de calumnias’, decidieron transitar hacia el florilegio y el ejercicio poético con estas frases que entraron de inmediato a concurso con López Gatell y la ya memorable ‘fuerza moral y no fuerza de contagio ’. Para los ángeles celestiales.

El manifiesto de los duros Senatoriales se elevó al limbo con estas frases: “… El Presidente Andrés Manuel López Obrador encarna a la Nación, a la Patria y al Pueblo, los opositores al Presidente, por consiguiente, buscan detener los avances para darle al pueblo de México un futuro más digno…” (con sonido de violines y céfiros del oeste)

El diplomático y poeta Nayarita Amado Nervo pareció renacer: “… C omo renuevos cuyos aliños un viento helado marchita en flor, así murieron los Héroes Niños, frente a las balas del Invasor …”. Poco faltó.

Hay que decir que ambos manifiestos, tanto el que Martí le dictó a Sheinbaum, como el poético lírico que infundió el vocero Cravioto, fueron bajados por orden del INE de las cuentas en que fueron difundidos al considerar que tanta belleza poética incurría en exaltación indebida en tiempo de veda, con motivo de la consulta de revocación que será el 10 de Abril.

El de Senadores tenía otro elemento. A los opositores y críticos los llamaba “ mercenarios ”, con lo que varios del gremio periodístico asumieron que también a ellos se dirigían los legisladores morenistas.

Mientras el Secretario de Estado Anthony Blinken puso a bailar en la cuerda floja al Gobierno actual con su mensaje acerca de los asesinatos de periodistas en México, López Obrador contestó en una mañanera con uno de sus recursos de funámbulo: “está mal informado, puede haber mala voluntad y es injerencista ”. La vocera de la Casa Blanca le respondió pronto: los asesinatos de periodistas en México son “ hechos ”.

Más allá del clima actual que contra los periodistas ha generado y provoca cada mañana López Obrador, el panfleto de los Senadores causó en su Cámara un punto de conflicto que se encuentra complementado con el tema electoral de Quintana Roo.

Y es que José Luis Pech Várguez, ingeniero industrial y morenista radical, dejó las filas de los morenos para irse a MC porque la operación Palazuelos no le salió a Dante en razón de los excesos y dislates verbales que el actor dispersó en cuanta parte pudo. Tanto las históricas como las recientes. Quizá Dante pensó que ya es suficiente con el Cuau .

El manifiesto, la sustitución de Pech y los intereses en el potencial que representa Quintana Roo, así como la pretensión de un grupo de los duros por presentar un juicio para la protección de derechos político-electorales contra la orden del INE de bajar su panfleto, tienen al Senado con los ánimos muy encendidos. Y también contra Monreal.

Y están molestos con aquellos a los que llaman “mercenarios”. Qué pena me da su caso.

Les deseo un gran día de sol.

Twitter @undatosrarvizu
FB Eduardo Arvizu Marin
www.arvizumeduardo@gmail.com

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