Las enfermedades del corazón, la diabetes y los tumores malignos son las tres principales causas de muerte para hombres y mujeres en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. El sobrepeso y la obesidad influyen en la aparición o agravamiento de los dos primeros males. El tabaquismo está relacionado con al menos una decena de tipos de cáncer. Para el sistema de salud el costo de atender ese tipo de enfermedades representa miles de millones de pesos, con tendencia a aumentar.

Por ese motivo, en 2014 se determinó elevar los impuestos que pagan cigarros y refrescos con el objetivo de desincentivar el consumo de esos productos por ser considerados factores de cáncer y obesidad. Desde esa fecha varios expertos advirtieron que esa clase de artículos tiene lo que se conoce como “demanda inelástica”: si varía el precio, la demanda se reduce un poco o nada.

Los datos que hoy presenta EL UNIVERSAL confirman lo que se previó hace cinco años. Las ventas de cigarros casi se duplicaron al pasar de 997 millones de cajetillas en el primer semestre de 2014 a mil 733 millones en igual periodo de 2019, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera del Inegi. Similar comportamiento tuvieron el consumo de refrescos y jugos al aumentar de 9 mil 651 millones de litros a 10 mil 172 millones, y el de bebidas energizantes, de 190 millones de litros a 238 millones, en el último lustro.

Los números son evidencia de que el consumo en lugar de frenarse se elevó. El problema de salud pública se mantiene sin cambios y la única consecuencia de la aplicación de elevados gravámenes ha sido incentivar la economía informal, a donde acude buena parte de los consumidores para adquirir cigarrillos de contrabando que cuestan un tercio del tabaco legal. En el caso de los refrescos el riesgo es que cada vez más personas busquen bebidas azucaradas baratas, algunas sin marca registrada, ni control sanitario y evadiendo impuestos.

En 2014 se argumentó que buena parte de lo recaudado se destinaría a prevenir la obesidad y a reforzar las instalaciones hospitalarias. La semana pasada el gobierno dio a conocer que combatirá desde cero al sobrepeso, la obesidad y la diabetes, pues la estrategia implementada por la anterior administración no documentó logros.

Para 2020 se plantea elevar nuevamente impuestos a tabaco y refrescos. Por la experiencia de los últimos cinco años, la autoridad debe tener claro que no será suficiente para frenar su consumo. La expectativa es que los recursos se empleen en planes efectivos de prevención. De eso depende la salud de millones de mexicanos.

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