La denominada comunidad latina en Estados Unidos es uno de los grupos poblacionales con la mayor cantidad de diferencias entre sí, pues está conformada por individuos de los más diversos rasgos étnicos, distintos niveles educativos, usos culturales múltiples, que ocupan básicamente todos los estratos sociales y hasta sostienen diferentes credos religiosos, al parecer lo único que pueden llegar a tener en común es su origen en naciones de América Latina, ya que a estas alturas ni siquiera puede decirse que compartan todos la lengua española, al ser la mayor parte de ellos miembros de segundas , terceras o hasta cuartas generaciones de hijos de migrantes hispanos.
En este conteo no hay que olvidar, por supuesto, a la también inmensa población de reciente llegada al vecino país del norte, los cuales obviamente llevan consigo el bagaje cultural de los distintas regiones latinoamericanas desde las cuales emigraron en busca de una mejor vida o de simplemente oportunidades de trabajo o desarrollo profesional.
Ahora, en la víspera de una de las elecciones presidenciales más cruciales que se han vivido en la historia de la poderosa potencia norteamericana, y vista la antipatía que el actual gobierno de ese país manifiesta hacia los migrantes, con especial énfasis a los de la comunidad hispana, les llega a los latinos la oportunidad de manifestar su peso y presencia ante el resto de la sociedad estadounidense, y tomar en sus manos el rumbo que darán al país que los ha acogido, ya sea que les convenga una u otra propuesta de las dos que están en la balanza política.
Sea el continuar con la política actual del republicano Donald Trump, o dar una oportunidad al proyecto económico, político y social del demócrata Jeo Biden, los latinos en EU deben reflexionar muy bien a quién deciden llevar a ocupar la Casa Blanca durante los próximos 4 años, con la plena convicción de que el suyo será un voto bien pensado a partir del pleno análisis de las dos propuestas que tienen ante sí.
El de la jornada del próximo martes es un llamado a la comunidad hispana en Estados Unidos para tomar en sus manos la historia futura del país en el que habitan y a no dejar pasar la oportunidad, pues de entre las llamadas minorías étnicas, son los latinos quienes menos votan, por lo que es hora de cambiar ese perjudicial rasgo.
Para quienes tienen conocidos o familiares viviendo en Estados Unidos, es la ocasión de recordarles, tal vez ahora más que nunca, la necesidad de que ejerzan su derecho al voto, pues está en juego la defensa de su permanencia, las garantías que les concede la constitución norteamericana y el respeto que como grupo merecen al interior de la sociedad estadounidense.
