Editorial EL UNIVERSAL

El predial, oportunidad desperdiciada

12/07/2021 |01:50
Redacción El Universal
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Cada habitante de este país exige en primera instancia servicios de calidad en el entorno donde vive: abasto de agua, drenaje, seguridad, alumbrado. La autoridad inmediata que debe satisfacer esas demandas es el municipio. En México, son pocos los municipios que pueden presumir de contar con ingresos propios para destinarlos al mejoramiento de los servicios.

¿De dónde obtienen los recursos para cumplir con la óptima dotación de servicios? La vía más común para captarlos es el cobro del impuesto predial, pero la mayor parte de los ayuntamientos ignora la oportunidad que ofrece el cobro de ese gravamen.

Los recursos que el país obtiene por predial se encuentran por debajo de lo que captan naciones de América Latina o de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Por ese concepto, México recauda apenas el equivalente a 0.21% de su producto interno bruto; Chile, el 0.70%, y el promedio en los países integrantes de la OCDE es superior a 1% de su PIB.

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Cuando los municipios carecen de esos ingresos se ven obligados a tocar la puerta de gobiernos estatales, los cuales están sujetos a la transferencia de participaciones federales, sin embargo la Federación no garantiza siempre la misma cantidad de recursos; es una bolsa volátil, cuyo vaivén se acentuó en los últimos meses por la parálisis económica que generó la pandemia.

El predial se convierte en una oportunidad de los municipios para contar con ingresos generalmente estables. Los casos de éxito en el país son escasos. Las cinco entidades con mejor desempeño son la Ciudad de México, Querétaro, Quintana Roo, Baja California Sur y Colima.

En momentos de recuperación económica incierta y de menores asignaciones federales, el predial podría compensar los ingresos para gobiernos locales. Aunque hay autoridades que por cuestiones políticas —mantener bases electorales— rechazan la idea de cobrarlo, debe replantearse esa postura. Una de las características por la cual organismos internacionales impulsan este impuesto es su progresividad: pagan más quienes posean un inmueble de mayor valor.

Además de cumplir con las exigencias más básicas de millones de mexicanos, el cobro de predial para los municipios significaría también el fortalecimiento de los ingresos propios, pero de manera especial representaría una ruta a la independencia económica.