Casi una tercera parte de las legislaturas locales contarán con mayoría femenina al conocerse que en las pasadas elecciones para los congresos estatales , 8 estados dieron su voto a legisladoras, con lo que a partir de este año las mujeres serán mayoría en 10 de las 32 entidades, ya que a las victorias de los comicios pasados, deben sumarse los casos de Coahuila y Quintana Roo en donde sus congresos ya estaban conformados con una mayor proporción de integrantes femeninas.
Diez congresos y siete gubernaturas (seis por triunfo en estas elecciones más la jefatura de gobierno que Claudia Sheibaum ejerce desde 2018 en la Ciudad de México) marcan un gran saldo y un avance muy amplio y notable, aunque falta que las mujeres —principalmente en los Congresos— ocupen más posiciones en las que haya toma de decisión.
A ellas deben sumarse tambien las 9 mujeres que están actualmente al frente de secretarías de Estado , algunas en posiciones clave como las carteras de Gobernación, Economía o Seguridad.
Pero regresando al avance electoral femenino , hay que tener presente que este logro no se debe solamente a que los partidos llevaron a un número mayor de candidatas porque así se los marcaban los nuevos estatutos electorales , sino también al voto masivo de las electoras y que un gran número de votantes varones decidieron depositar su confianza en propuestas representadas por mujeres.
Sin duda es un hecho histórico: tuvieron que pasar 42 años —cuando una mujer ocupó por primera vez una gubernatura— para ver a mujeres realmente con una participación activa en candidaturas a gubernaturas y legislaturas, y es de esperar que en la próxima contienda presidencial haya una o dos candidatas fuertes entre las opciones que se presenten al electorado mexicano.
Como país estamos obligados a impulsar una agenda por la igualdad a nivel nacional , que permita que las mujeres estar presentes en todas las tomas de decisiones y que su presencia se normalice y estandarice, sin necesidad de obligar a los partidos políticos a otorgar tales espacios.
Aunque el ideal de paridad aún no se alcanza, y queda como un punto pendiente para el avance de las mujeres, y también se requiere que lleguen a ocupar sitios en los que haya toma de decisiones de trascendencia, pues en el Congreso federal , por ejemplo, siguen siendo mayoría los hombres.
Lo positivo es que la igualdad de sexos se está reflejando a nivel nacional, no está restringida a estados específicos, por lo que tiene buena perspectiva la paridad de género en México, donde poco a poco se van conquistando los espacios que por décadas se les negaron o se les escatimaron.