Tres noticias económicas surgidas ayer comienzan a reflejar los graves efectos de la crisis generada por la pandemia.
Para empezar, se conoció que en mayo la recaudación de impuestos se desplomó 15% en comparación con el mismo mes de 2019. Para todos los gobiernos, los impuestos son su principal soporte. A partir de las estimaciones anuales de captación fiscal los países elaboran planes para invertirlos en proyectos que detonen el desarrollo y beneficien a la población.
Son la base para el funcionamiento óptimo de los gobiernos.
El riesgo ahora es que los resultados pueden convertirse en una amenaza para el funcionamiento de la estructura administrativa, lo cual viene a agravar la actual situación, pues los recursos en las dependencias oficiales están en su mínima expresión luego de la instrucción para congelar 75% del gasto.
Otra señal del complicado panorama la dan las cifras de empleo. El Inegi informó que hubo una recuperación del empleo en el quinto mes del año, pero no como se hubiera deseado. El aumento se dio en el sector informal —el que carece de prestaciones ni tiene acceso a instituciones de salud— al pasar de 20.7 millones en abril a 22.6 millones en mayo. Por el contrario, la población ocupada en el sector formal se redujo de 22.6 millones en abril a 21 millones en mayo pasado. Por los números se deduce que quienes perdieron su puesto de trabajo ingresaron a las filas de la informalidad.
Por último Aeroméxico informó que bajo la Ley de Quiebras de Estados Unidos, inició un proceso voluntario de reestructuración financiera.
Menos ingresos para el gobierno, aumento de empleo informal y riesgo de desaparición de empresas de todos los tamaños no son buenos presagios; sin embargo, estaban dentro del escenario de crisis económica. Ahora que se están registrando es momento de que la autoridad ofrezca tranquilidad con un plan económico sólido.
Andrés Manuel López Obrador cumple hoy dos años de su triunfo en las urnas. En 2019, el dinamismo económico se frenó. Este año se profundizó por factores externos. ¿Hacia dónde va el país? ¿En qué momento se tomarán decisiones para amainar la tormenta? El reto no es fácil. Ojalá que las decisiones no lleguen tarde.