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Cuando miles de personas abandonan un país para buscar mejores oportunidades en otra nación ¿a qué gobierno le corresponde atender sus necesidades?
Si la emigración se realiza de manera legal, el gobierno receptor les concede derechos. La situación es distinta en el momento en que cientos de miles de personas ingresan a otro país de manera ilegal, sin los documentos que todo gobierno requiere para recibirlos.
Ese escenario enfrentan millones de mexicanos que dejaron el territorio en las últimas tres décadas para dirigirse a Estados Unidos sin documentos. Este sector se encuentra al mismo tiempo sin los derechos plenos de todo ciudadano estadounidense y sin tener acceso a los distintos servicios que les corresponde por haber nacido en suelo mexicano.
Luego de los miles de millones de dólares que ingresan al país gracias a las remesas que envían, los gobiernos federales han volteado a verlos en los últimos años, aunque los esfuerzos para vincularlos con el país y en especial con sus poblaciones de origen siguen sin consolidarse.
Por el contrario, el aumento de tarifas que se ha anunciado para diversos trámites podría alejarlos. A partir del miércoles 1 de enero los connacionales que se encuentran en Estados Unidos tendrán que pagar más por los trámites que realizan ante los consulados o ante la embajada. El costo de una matrícula consular será de 30 dólares, a pesar de que en este momento se erogan solo 27 dólares. Las tarifas también se incrementarán para trámite de pasaporte y declaratoria de nacionalidad.
Mientras se dan los aumentos, los recursos para la defensa de nacionales van a la baja. En 2018 el programa Protección, asistencia y servicios para los mexicanos en el exterior recibió 836 millones de pesos, pero en 2019 únicamente se le asignaron 564 millones de pesos. Los recursos de la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior se redujeron de 198 millones de pesos a 162 millones para 2019.
Los millones de paisanos que se encuentran en Estados Unidos requieren de la coordinación de esfuerzos estatales y federales para enfrentar su día a día en un país diferente. A nivel local también hay intentos por integrar a los mexicanos que han emigrado. Los gobiernos de Zacatecas, Puebla y Oaxaca, por ejemplo, crearon dependencias para apoyar a quienes han abandonado sus comunidades. Sin embargo, los connacionales aún están a la espera de programas de largo aliento que les brinden apoyo real. Ojalá lleguen pronto. Con los sentimientos antimigrantes en amplios sectores de EU, hoy los necesitan más que nunca.