México tiene 6 mil 256 presas, pero desconoce la condición en que se encuentran al menos mil de ellas, con el riesgo de que en el año próximo se sumen varios cientos más.
¿Cuál es la razón? El país tiene el compromiso de realizar un mínimo de mil 200 inspecciones al año pero, debido a la carencia de personal especializado, este año se realizaron sólo 200 revisiones, lo cual deja en situación de alta vulnerabilidad a zonas donde se presentan lluvias intensas, principalmente Chiapas y Tabasco.
Los datos provienen de un documento oficial de la Conagua: Estudios de diagnóstico de seguridad de presas 2021. En él también se menciona que muchas de las 6 mil 256 presas tienen 200 años de antigüedad, por lo que requieren evaluaciones periódicas, y es contundente al señalar que el peligro de falla en las presas “es permanente”.
La Comisión Internacional de Grandes Presas (ICOLD, por sus siglas en inglés) recomienda a México realizar una inspección a la red al menos cada cinco años. Para cumplir con ello, el país inspecciona cada año mil 200 embalses, pero este 2019 quedó demasiado lejos de cumplir con la meta.
En condiciones óptimas de operación, el agua almacenada en presas es un recurso utilizado en el campo, en el consumo humano y en la generación de energía eléctrica, pero estas obras de ingeniería requieren mantenimiento y un constante monitoreo las 24 horas, pues el cambio climático ha modificado los ciclos de lluvias, además de que buen número de ellas están asentadas en zonas sísmicas y nunca se descartan deslizamientos de tierra o el mal funcionamiento de sus mecanismos.
El pronóstico para 2021 no es nada halagador en materia presupuestal. El programa K111, que prevé la rehabilitación y modernización de presas, verá disminuidos sus recursos en una tercera parte, al pasar de 465.9 millones de pesos asignados en 2020 a 315 millones, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación.
La agresiva política de recortes presupuestales para lograr ahorros en el gasto público, sumada a la decisión de prescindir los servicios de personal experimentado, de carrera, y seleccionar a aquellos que ofrezcan “90% de honestidad” (o lealtad) y “10% de experiencia”, puede llevar a escenarios peligrosos en áreas como la operación de las presas en el país.
Situaciones como las que se viven actualmente en Tabasco podrían ser más comunes si desde el gobierno federal se insiste en ignorar las medidas de prevención y no valorar el mantenimiento de infraestructura. Hay ahorros que pueden salir muy caros.