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Una de las demandas que la cancillería mexicana hizo al gobierno de Estados Unidos durante la visita del secretario de Estado, Mike Pompeo, en julio pasado, fue un mayor compromiso en el combate al contrabando de armas, fenómeno al que se le señala como responsable de buena parte de los elevados índices delictivos que enfrenta el país desde hace años. Sin embargo, es mucho lo que también México puede hacer si solo tuviera un mayor control de su personal de aduanas.
La semana pasada el secretario de la Defensa Nacional dio a conocer que en México circulan de manera ilegal un millón 679 mil armas y que están en proceso de ser recuperadas. Si se hubiera impedido su ingreso en los puertos de entrada, el Ejército no tendría que estar rastreándolas. La mayoría de los pertrechos llegaron bajo el manto protector de funcionarios de Aduanas o de aeropuertos.
A principios de año el Servicio de Administración Tributaria comenzó una depuración de sus malos elementos en las aduanas; en esa fecha presentó siete denuncias contra trabajadores “desleales” vinculados a los delitos de tráfico de armas, de cartuchos y de dinero. En abril, la Administración General de Aduanas realizó un histórico decomiso de más de 45 toneladas de artículos apócrifos de marcas de lujo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
EL UNIVERSAL informa hoy que la Fiscalía General de la República investiga una red de funcionarios y exfuncionarios de Aduanas adscritos a la terminal aérea capitalina por presuntos actos de corrupción que permitieron el tráfico de armas, drogas y mercancía apócrifa.
Es usual que cada administración federal ofrezca “limpiar” zonas gubernamentales susceptibles de corrupción, aunque al final no terminen de erradicarse por completo malas prácticas enraizadas en trabajadores y funcionarios.
Por su volumen de operaciones, el reto para erradicar la corrupción en Aduanas tiene que ser inmenso. En Nuevo Laredo cruzan diariamente, en ambos sentidos, más de 12 mil 500 camiones. En el Aeropuerto Internacional de la CDMX se realizaron en 2017 un millón 129 mil 367 operaciones de comercio exterior.
Lograr un cambio en las Aduanas impactará de manera directa en varios sectores: la Defensa y las policías no tendrán que estar siguiendo el rastro a decenas de miles de armas ingresadas clandestinamente, la piratería no afectaría los ingresos fiscales del Estado y es factible que se diera una disminución de los delitos en los que estén involucradas armas de fuego. En esta área los operativos anticorrupción deben ser constantes. Se matarían muchos pájaros disparando a un solo objetivo.