Por las circunstancias en que se encuentra actualmente el ejercicio del oficio periodístico, este es un año muy especial, en el que nuevamente se cuestiona la libertad de expresión y el papel de las voces discordantes con el gobierno.
En coincidencia con su aniversario 104, EL UNIVERSAL viene haciendo un ejercicio de pluralidad al abrir sus páginas a periodistas de otras casas editoriales para conocer su opinión y postura sobre el tema de la libre expresión, la censura disfrazada y la autocensura.
El asunto no es exclusivo de México, es una preocupación de periodistas y comunicadores de todo el mundo. En Francia, por ejemplo, críticas religiosas detonaron hace pocos años reacciones violentas contra el semanario satírico Charlie Hebdo por parte de grupos fundamentalistas, que consideraron como burlas hacia su creencia el trabajo de caricaturistas publicado en la revista. Se trató de una reacción que buscaba imponer un único punto de vista y de acallar el pensamiento diferente.
Ya no hay línea oficial, es cierto, pero hay señalamientos con ánimo estigmatizador por no estar de acuerdo con las decisiones que se toman en las altas esferas del poder. En EL UNIVERSAL, la línea es que no hay línea: se le abren las puertas a la más amplia diversidad de pensamiento. En nuestras páginas y plataformas digitales tienen cabida las posturas antagónicas, en donde queda cada vez más claro que no hay una verdad única y las fake news, las noticias falsas, son un riesgo continuo para el lector que pone su credibilidad en manos de medios no confiables.
El Gran Diario de México no publica noticias escandalosas por simplemente atraer lectores o ganar clics, es información verificada que busca priorizar la investigación propia sobre la información del día, sin olvidar que esta última es la que traza el rumbo del debate público nacional. Por tanto, podemos decir con el orgullo que dan 104 años de experiencia que esta empresa de información multiplataforma es un medio altamente confiable, veraz y equilibrado.
A los grandes tirajes del pasado, en los que tener una venta de más de cien mil ejemplares diarios se consideraba un éxito total, los nuevos recursos tecnológicos nos permiten tener ahora un alcance de varios millones de lectores por día, y el periódico en su versión digital puede llegar a cualquier rincón del planeta. Es ése sin duda un gran compromiso en esta aventura de 104 años compartida entre EL UNIVERSAL y sus lectores.