Estados Unidos definirá su futuro político en sus próximas elecciones intermedias. La agenda bilateral México-Estados Unidos había avanzado de manera importante desde la llegada del presidente Joe Biden a la Casa Blanca en 2020 con la reintroducción del dialogo institucional, pero lo logrado durante estos dos años está en riesgo de perderse ante la posibilidad de una derrota de los demócratas en las urnas.
El 8 de noviembre, los demócratas de Biden y el ahora Trumpismo (republicanos) se disputarán la totalidad de los puestos de la Cámara de Representantes (435) y una tercera parte del Senado. Los republicanos solamente necesitan arrebatar 5 diputaciones y un puesto en el Senado para acabar con la frágil mayoría legislativa de Biden y los últimos pronósticos les favorecen. Una regla no escrita de la política estadounidense –con excepción del 2002– es que el partido del presidente pierde poder político cada elección intermedia. Por dos razones, una victoria republicana sería contraproducente para México.
Primero, una derrota demócrata acabaría con la agenda reformadora de Biden y acotaría las oportunidades de México para integrarse en cadenas de producción regionales. En la recién aprobada Ley para Reducir la Inflación, Estados Unidos reconoció la importancia de la economía mexicana en el futuro de la región. Un congreso republicano frenaría los esfuerzos de integración con México y limitaría la capacidad de maniobra de Biden al lanzar investigaciones contra su gobierno –incluso contemplando la destitución del propio presidente–. Hace un mes, el republicano Marco Rubio exigió una investigación sobre la “intimidación” y “competencia desleal” de los agricultores mexicanos contra sus contrapartes estadounidenses. El gobierno de Biden negó esta petición.
Segundo, los republicanos recrudecerían su postura contra México y confinarían la relación bilateral a la crisis migratoria. De reemplazar a los demócratas, el liderazgo de republicanos como Michael McCaul y Rubio cerraría puertas para abordar retos globales de manera conjunta. En las intermedias: con Biden escaleras y serpientes con los republicanos.
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