El mercado de arrendamiento está siendo impulsado por fuerzas macroeconómicas, entre ellas la inflación, que provoca incremento en los precios de vivienda y alzas en las tasas de interés de los créditos hipotecarios. De ahí que hoy es mucho más difícil adquirir una vivienda que en años o décadas anteriores.
Por otro lado, hay que considerar que la generación millennial, la cual representa la mayor demanda del mercado de rentas, tiene otras prioridades. Ellos prefieren flexibilidad y liquidez en lugar de invertir en un inmueble, buscan espacios donde puedan cohabitar con roommates y puedan tener mascotas. También prefieren ubicaciones con una oferta urbana y cultural interesante que más metros cuadrados de sala o comedor.
Dichos factores en su conjunto -aún en el entorno que vivimos- hacen del mercado de arrendamiento un motor para comenzar a cerrar la brecha de vivienda que existe en México; para hacer que inversionistas, desarrolladores y propietarios obtengan buenos rendimientos; y para que inquilinos y consumidores tengan acceso a la vivienda que satisface sus necesidades.
Tan solo en cinco años (de 2015 a 2020), el mercado de rentas en México creció 14% comparado con el de la vivienda propia (10%), esto según cifras de la Encuesta Intercensal INEGI 2020. Este crecimiento ha tenido lugar principalmente en ciudades como CDMX, Jalisco, Quintana Roo, Colima y Baja California Sur.
Ahora bien, el arrendamiento también es resistente a las crisis. Durante el periodo de mayor incertidumbre en la pandemia, las operaciones de compraventa bajaron considerablemente, el mercado de venta de inmuebles se detuvo, pero las rentas mantuvieron su nivel en número de operaciones y valores de renta, incluso datos de portales inmobiliarios como Lamudi indican que, en 2021, 73% de las personas que buscaron un inmueble lo hicieron en la modalidad de alquiler.
En los últimos seis meses hemos detectado que, en colonias donde predomina el arrendamiento, los precios han aumentado por arriba de la inflación actual, es decir, casi 10% anual. Esto también es el resultado de la llegada a la capital de extranjeros que trabajan de forma remota y que buscan un mejor estilo de vida a precios más accesibles que los de sus ciudades de origen.
Todas estas dinámicas y fuerzas de mercado favorables para el arrendamiento han dado lugar también a la creación de nuevas empresas de tecnología que buscan facilitar, simplificar y dar seguridad a las operaciones. Estas empresas serán el catalizador que permita a todos los profesionales del mercado aprovechar este momento único para consolidar y hacer crecer su negocio de operaciones de arrendamiento.
Para hacer valer esta oportunidad, los inversionistas, desarrolladores inmobiliarios y propietarios de inmuebles necesitan mantenerse al tanto de todo cuanto sucede en este entorno inflacionario. Hoy es más importante que nunca entender cómo fluctúan los valores de venta y renta en cada colonia como respuesta a la demanda, así como los cambios en las necesidades de la población. Conocer tu zona te permite no solo poner el precio de renta adecuado, sino también mantenerte competitivo en un mercado muy dinámico.
Al mismo tiempo, para mantener relevancia y liderazgo, es indispensable conocer los servicios y las propuestas de valor de todas las nuevas empresas de tecnología que ofrecen soluciones que van desde marketing digital, hasta fianzas de arrendamiento y financiamiento para construcción. La mejor forma de lograrlo es trabajar de la mano de corredores y profesionales inmobiliarios actualizados que sepan cómo trabajar con las nuevas tecnologías.
Para los asesores y corredores inmobiliarios este es un momento crucial. Aunque muchas de las proptech atienden a su mercado, también les proveen tecnologías que les permiten ofrecer a sus clientes experiencias digitales, más seguras y transparentes. Los asesores inmobiliarios que sepan apalancarse de estas fuerzas positivas del mercado de rentas tendrán la gran oportunidad de aumentar sus operaciones de arrendamiento y convertirlas en un segmento capaz de generar flujos constantes para su negocio.
Del lado de los consumidores (inquilinos), lo más importante es tener el apoyo de un asesor inmobiliario para lograr cerrar a un precio de renta dentro de los rangos de la zona, así como contar con la seguridad que brinda un contrato de arrendamiento. Hay que recordar que el ajuste de renta es una de las cláusulas claves en este documento y que lo más recomendable es que el monto mensual vigente solo se ajuste cada 12 meses contando a partir de la celebración del contrato (prórroga o renovación) de conformidad con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) publicado en el Diario Oficial de la Federación. Pactar este incremento de renta desde el inicio de la relación contractual es fundamental para prevenir abusos, controversias o problemas más adelante en el arrendamiento.
Sin duda es el momento de que inversionistas, profesionales y consumidores del mercado inmobiliario aprovechen al máximo el escenario actual, pues representa una ventana para que todos los participantes impulsemos de la mano el mercado de rentas para lograr mayor confianza y liquidez que beneficie a todos.
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