Estamos a menos de 4 meses de que se celebren elecciones locales en Coahuila y en el Estado de México, recién termino la etapa de precampañas que en el caso concreto del Estado de México valdría la pena un estudio sobre la pertinencia de seguir teniendo esta etapa del proceso electoral cuando no hay una competencia al interior de los partidos políticos.

Las dos coaliciones, tanto “Va por el Estado de México” conformada por el PRI, PAN y PRD, así como “Juntos Haremos Historia” abanderada por Morena, PT y el PVEM desde hace algún tiempo definieron a sus candidatas, Alejandra del Moral los primeros y a Delfina Gómez los segundos, ninguna de las tenía necesidad de hacer pre campaña pues no existía oposición o competencia interna dentro de los partidos políticos que las postularon ni de sus partidos coaligados

Valdría la pena preguntarles no solo a las y los mexiquenses que podrán votar el próximo 4 de junio, sino a la población en general si conocen o han escuchado alguna propuesta de gobierno de estas dos “candidatas”, casi se puede asegurar que la respuesta mayoritaria será que no.

Estas “precampañas” aún y cuando en teoría y de acuerdo a la ley solo deben de ir dirigidas a los militantes de los partidos, es decir son de carácter INTERNO, el despilfarro en propaganda fue descomunal por parte de las dos coaliciones, simplemente coparon todos los espectaculares, bardas disponibles, así como transporte público, camiones y taxis.

De acuerdo a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la propaganda de precampaña es el conjunto de escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones y expresiones que durante el periodo de precampaña difunden los precandidatos con el propósito de dar a conocer sus propuestas y obtener la candidatura a un cargo de elección popular.

Muy interesante hubiera sido que cada partido político que integra las coaliciones hubiera postulado alguna o algún precandidato y que en su método de selección se estableciera una votación interna no solo de sus delegados, sino de toda persona registrada como militante o identificada como simpatizante.

En lo personal, las recién concluidas precampañas en el Estado de México solo sirvieron de pretexto para un gasto excesivo de publicidad; mientras, en el Poder Legislativo de la nación sigue en discusión la reforma conocida como el “plan B” en

materia electoral y uno de los principales discursos es precisamente el que se refiere a la disminución de los recursos públicos que se destinan a esta materia.

Se dice que se les otorgan muchos recursos a las autoridades electorales, pero nunca se aclara que gran parte de estos recursos son canalizados a los partidos políticos y es aquí donde se concreta el circulo vicioso, los partidos se quejan de que es mucho dinero el que se gasta y son los propios partidos políticos quienes despilfarran los recursos públicos, por ejemplo, en precampañas inútiles e innecesarias.

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