El 17 de octubre de 1953, tras una larga lucha de las mujeres de aquella época y a iniciativa del presidente Adolfo Ruiz Cortines (tal y como lo prometió en campaña), se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se les reconocían algunos derechos a las mujeres, entre ellos el de poder votar y ser votadas en las elecciones populares; en las elecciones de 1955 se hizo realidad este derecho al ser las primeras elecciones en las que participaron las mujeres emitiendo su sufragio.

Hoy a 69 años del reconocimiento del #VotoFemenino, es impensable y resultaría absurdo pensar o plantear la política y el debate sin las aportaciones inteligentes y fuertes de las mujeres. Día a día se sigue luchando por la igualdad sustantiva y empoderamiento de las mujeres, no es una lucha de “ellas”, es y debe seguir siendo una lucha de la sociedad en su conjunto, no se puede comprender un “nosotros” si en el pensamiento y en las acciones se excluye a cualquier grupo o expresión de la sociedad misma.

Pero cuidado, quien quiera ver a las mujeres como un grupo homogéneo o un botín político, y tratar de llegar y tomarlo; dar por sentado que actuaran de alguna forma predeterminada por el simple hecho de ser mujeres, estará equivocado; las mujeres son un sector de la sociedad conformado por millones de individualidades, cada una piensa distinto de la otra y tienen también sus propios intereses, se unen y organizan para exigir, para cuidar, para alzar la voz, pero ejercen sus libertades en lo individual, cuando votan lo hacen de manera razonada, no regalan su decisión ni siquiera a otra mujer.

Hay quienes afirman que los millennials definirán las próximas elecciones y el futuro del país, otros dicen que las mujeres por sí solas podrían hacerlo; siempre existen algunos que consideran tener la autoridad para definir lo que puede o no puede hacer cada grupo o segmento de la sociedad y hacen afirmaciones temerarias.

Lo cierto es que, a medida que se han involucrado las mujeres en la toma de decisiones, se amplía el horizonte de nuevas perspectivas y acciones más incluyentes, es sin lugar a dudas un lugar por el que han luchado y que conquistan día a día, nadie se los ha regalado y por lo tanto a nadie se lo deben.

El próximo año habrá elecciones en el Estado de México y Coahuila y nuevamente tendremos la oportunidad de realizar la mejor manifestación cívica y de decisión, ojalá todos los que podemos aprovechemos esta oportunidad, pero, sobre todo, nuevamente será muy satisfactorio ver mujeres en las casillas, no atrás, no adelante, simplemente ver mujeres libres ejerciendo su derecho a votar, su derecho a decidir.

Analista político

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