¡El cambio climático ya comenzó, y la guerra por el agua también! ¿qué esperamos?

Amable lector: No queda más que seguir insistiendo. El problema del agua para el consumo humano es preocupante, sobre todo en los estados ubicados en el acuífero Lerma-Chapala. De hecho, como ya hemos señalado, esto ya no es tarea solo de los tres niveles de gobierno y mucho menos de uno solo porque ya fueron rebasados. El problema del agua contaminada ya no es solo por arsénico y fluoruro, sino también por otros tóxicos que ya están en el agua que consumimos y ya están causando estragos en la salud de la población.

En Jalisco, por ejemplo, en el Río Santiago se ha detectado presencia de diez metales pesados y el Lago de Chapala también acumula mercurio. Además del agua contaminada, el contacto con los plaguicidas es otra causa de enfermedad renal, según estudios del Laboratorio K. Prime Inc. de Los Estados Unidos (El Informador (Jalisco)15 de nov. de 2019)

¿Acaso saber que, de acuerdo a datos de Estados Unidos, México tiene la mayor incidencia de enfermedad renal crónica a nivel mundial, con más de 40 mil casos al año, y que el estado de México atiende a más de 10 mil pacientes en rehabilitación no es para preocuparse? (Foro Día Mundial del Riñón. Cámara de Diputados-15-03-19) ¿Acaso esto, dentro de poco será-si no es que ya lo es- una epidemia más? Aunque las enfermedades renales se originan mayormente por problemas de diabetes, hipertensión y obesidad, sin embargo, mucho tiene que ver la calidad del agua que consumimos.

El texto continúa así: - ¿Filtraciones? Los expertos consideran que es eventual la posibilidad de filtración de las aguas superficiales -plagadas de contaminación bacteriana como la materia fecal, además de pesticida-hacia las aguas subterráneas que llevan el agua potable a hogares y negocios. Pero no es descartable, y de hecho hay registros de casos. “Por ejemplo, la presa de San Miguel, en San Miguel de Allende Gto. recibe todas las descargas de los municipios que están aguas arriba y todas llegan a la presa, de modo que la presa está contaminada con coliformes fecales, y debido a la explotación tan amplia que hay del acuífero, filtra esa agua y regresa al acuífero y los pozos cercanos aparecen contaminados con materia orgánica o bacteriana y muchos han tenido que cerrar, dice Ortega. Aclara que, con todo, las filtraciones son mucho más comunes en el sureste del país.

Cuestionado al respecto, el doctor en hidrología Rafael Huizar Álvarez, investigador del Instituto de Geología de la UNAM, explica que sí existe la posibilidad de que numerosos pozos se contaminen con bacterias. Ejemplifica con los ubicados en el sur de la Ciudad de México, una zona que tiene como característica geológica la roca volcánica. Debido a la resistencia de ésta, es común que se omita el ADM, una tubería de protección que aísla a la bomba de cada pozo. “Se trata de una condición demasiado vulnerable, porque las rocas están demasiadas fracturadas y llegan directamente y con facilidad al subsuelo, de modo que el agua de recarga puede llevar un sinfín de contaminantes, entre ellos la bacteriana”.

Sin embargo, desestima las dimensiones que pudiera tener ese tipo de contaminación frente a la que padecen aguas subterráneas como las del Bajío y la Comarca Lagunera, pues, “las enfermedades bacterianas se combaten fácilmente con medicamentos, pero no es el caso del cáncer ni de otras enfermedades asociadas al fluoruro, pues está comprobado a nivel mundial su influencia dañina a niveles genéticos y su impacto en abortos”, afirma. Tal parece, dice, que la autoridad es cómplice con el mercado del agua, pues como no da agua de buena calidad, la gente ya no confía y tiene que comprar embotellada o consume refrescos”. Lo peor, concluye, es que “la población termina pagando por enfermarse, porque el refresquero se ocupa de tratar el agua, pero no puede quitarle la composición química, los contenidos de fluoruro o arsénico. Hasta aquí la primera parte del texto. Continuará…

Agregado. – Calidad del agua en la Región Mixteca oaxaqueña. – En esta región existen comunidades con fuentes de abastecimiento con características especiales en su composición fisicoquímica que generan dificultad para hacer uso de ellas; tal es el caso de un pozo en la comunidad de San Francisco Yosocuta. Las características del agua de este pozo son compatibles con un agua ferruginosa. Cuando este tipo de agua entra en contacto con el oxígeno y es clorada para su desinfección forma óxido de hierro que precipitan adoptando un aspecto poco agradable (color amarillo-rojizo con precipitados) Para emplearla es necesario darle tratamiento con un floculante que precipite los óxidos formados.

Después el agua debe someterse a un proceso de filtración por los métodos tradicionales para concluir con su potabilización. Yosocuta cuenta también con una presa, cuyo aporte principal lo recibe del río Mixteco, que a su vez recibe drenajes clandestinos vertidos directamente sobre el cauce a su paso por la ciudad de Huajuapan de León, así como residuos sólidos que en épocas de lluvias son arrastrados aguas abajo. Tomado de Cuaderno de Divulgación Técnica y Científica de la Universidad Tecnológica de la Mixteca, (UTM)

diegoalcalaponce@hotmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS