Diego Alcalá Ponce

Los océanos baten récords de calor y están más calientes que nunca

22/09/2023 |02:18
Diego Alcalá Ponce
Autor de opiniónVer perfil

Lo sucedido en Libia no es más que un recordatorio de lo devastador que son los efectos negativos del cambio climático. Los más de once mil fallecidos por las inundaciones son, apenas, “unos cuántos más” que se suman a los que se nos adelantaron por diversas causas de este desequilibrio. Desde luego que, además de esos más de once mil contabilizados, puede haber muchos miles más que quedarán para siempre sepultados en ese gigantesco y dantesco bloque de piedra y lodo. Pero, si esto no conmueve a los incrédulos, pues…El panorama sigue siendo aterrador y los eventos climáticos irán en aumento. Saber, por ejemplo, que los océanos se están convirtiendo en una “olla de agua caliente”, además de lo que eso significa para la vida marina, en consecuencia, importa también para nosotros, porque en mucho dependemos de ella.

Palabras de Antonio Guterres, Secretario General de la ONU en la apertura de la Cumbre de Acción Climática. -20-09-23. -Excelencias, amigos: Nuestro enfoque aquí está en las soluciones climáticas y nuestra tarea es urgente: “la humanidad ha abierto las puertas del infierno”. El calor horrendo está teniendo efectos horrendos. Agricultores angustiados viendo cómo los cultivos se los llevaban las inundaciones; temperaturas sofocantes que generan enfermedades y miles huyen con miedo mientras se producen incendios históricos. La acción climática se ve empequeñecida por la magnitud del desafío. Si nada cambia, nos dirigimos hacia un aumento de temperatura de 2.8°, hacia un mundo peligroso e inestable. Pero el futuro no es fijo. Es para que líderes como tú lo escriban. Todavía podemos limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°. Todavía podemos construir un mundo de aire limpio, empleos verdes y energía limpia asequible para todos. (Parte 1)

PNUMA. – 22-08-23. -El mundo ha padecido una nueva serie de fenómenos meteorológicos extremos, desde temperaturas récords hasta inundaciones devastadoras que azotan a países de todo el mundo. Pero una de las tendencias más preocupantes ha sido lo que los científicos han denominado una ola de calor oceánico sin precedentes en todo el planeta. En junio, por ejemplo, se registraron las temperaturas medias más altas de la historia en la superficie de los océanos, con récords locales desde Irlanda hasta la Antártida. En Florida Estados Unidos las aguas alcanzaron los 38°C. El Atlántico Norte registró en julio la temperatura más alta de su historia. Y el Mar Mediterráneo alcanzó los 28.7°C. Un máximo histórico.

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Los expertos afirman que las temperaturas marinas están alcanzando niveles nunca antes visto porque se debe a una combinación de factores, desde la crisis climática hasta los vientos sobre el desierto del Shara. Asimismo, aseguran que las temperaturas récords repercuten profundamente, tanto en la vida oceánica como en la humanidad. Los efectos de las olas de calor oceánicas son diversos y extremadamente perjudiciales, afirma la coordinadora de Ecosistemas Marinos y de Agua Dulce del PNUMA. Sabemos que los bruscos incrementos de temperaturas pueden provocar mortandades masivas de la vida marina, aumentando la acidificación de los océanos y alterar las corrientes que influyen en los patrones meteorológicos, lo que podría causar cientos de millones de dólares en pérdidas económicas y suponer un grave riesgo para la seguridad alimentaria mundial.

Amable lector: Desde luego que, amén de las afectaciones a nuestra supervivencia, lo que les ocurra a los océanos repercute en todo. En cuanto a la economía, por ejemplo, además de las empresas y quienes dependen de los recursos marinos para subsistir, otro de los sectores que ya se está viendo afectado es el turístico, sobre todo aquellos prestadores del servicio cuyas ofertas se basan en destinos de playas. Y así, desafortunadamente, poco a poco otros sectores irán resintiendo los terribles efectos del cambio climático si antes no se procede, ya no solo a la mitigación y a la adaptación incluso, ¿acaso también a la resignación? De ahí que, de no actuar de inmediato para detener en lo posible este desequilibrio climático que, al parecer, nos está dando tiempo a salvarnos de ese “infierno” cuyas puertas, tal como atinadamente señala Antonio Guterres, hemos abierto nosotros mismos, el final de la historia será otro, pero, ya no habrá quién lo cuente.

El deshielo de los glaciares desestabiliza la vida en América del Sur. Continúa: De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) una gran parte de países en todo el mundo están luchando con los mismos problemas. Se ha proyectado que la pérdida de glaciares reducirá la disponibilidad de agua requerida para la agricultura, la energía hidroeléctrica y los asentamientos humanos a mediano y largo plazo. Al mismo tiempo, el uso mundial del agua se ha multiplicado por seis en los últimos 100 años, según el informe mundial sobre el desarrollo de los recursos hídricos de un estudio de la ONU. El uso sigue creciendo constantemente a una tasa alrededor del uno por ciento anual como resultado del aumento de la población, el desarrollo económico y los cambios en las modalidades de consumo. Según el informe, sumado a un suministro más errático e imprevisible, el cambio climático agravará la situación de las regiones afectadas por el estrés hídrico.

La escasez de agua estará en la agenda de la Conferencia de la ONU, una reunión mundial sobre el estado de los sistemas de agua del planeta. El evento está diseñado para acelerar la implementación de los objetivos del Desarrollo Sostenible relacionados con el agua y ayudar a desarrollar la resiliencia al cambio climático en las comunidades montañosas vulnerables como las de los Andes. Recientemente la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución para declarar 2025 el Año Internacional de la conservación de los glaciares. “Todavía hay tiempo para que logremos una gestión más racional del agua y recopilemos datos para construir resiliencia, pero la ventana de oportunidad se está reduciendo”, advierte la Coordinación de Subdivisión Marina y Agua Dulce del PNUMA.

Continuará…

Foto: ONU