Amable lector: Actuamos ahora, o después ya no habrá tiempo ni para arrepentirse y quedemos llorando, y hasta haciendo berrinches por no saber defender, como seres humanos “racionales”, lo que la ciencia y la tecnología modernas nos están previniendo sobre el cambio climático y sus terribles consecuencias para la preservación de la salud y la vida. ¡Qué desperdicio de oportunidad para garantizar nuestra supervivencia! De ahí que, una vez más, insistimos en que, cuanto antes, se tomen en cuentas los resultados de las investigaciones científicas que se han hecho, y continúan haciéndose al respecto.

¡Pues, nada nuevo! Colchones, salas, enseres domésticos, etc., continúan perdiéndose por las torrenciales lluvias que arrasan con todo lo que encuentran a su paso. Lamentablemente, de continuar como hasta ahora esta temporada de intensas lluvias, se corre el riesgo que los grandes árboles sigan cayéndose sobre las casas y automóviles hasta con todo y familia, tal como, desafortunadamente, sucedió en la Cd. d México. Pero, como nada más murió un miembro, para muchos quizá eso no sea tan desastroso, no “duele”, o de plano no es como para alarmarse tanto. Y eso, amable lector, no es mala suerte, porque los grandes árboles en las calles no nacen solos: los siembran, dizque para embellecer la ciudad y ayudar al medio ambiente purificando el aire. Muy loable la acción, pero…

Y es justo aquí, donde también parecería que vamos contra la lógica de muchos, incluso seguir pecando de ingenuo, antiambientalista y hasta ridículo, pero todo tiene su razón, una respuesta y la solución inclusive si así se entendiera. Y lo diremos de una vez. Desde luego que las plantas y los árboles son muy necesarios en las ciudades y en cualquier parte, solo que, en el caso de las grandes urbes, deben ser plantados en lugares adecuados y no en las aceras y casi encima de las viviendas, en donde, además de afectar los cimientos y la estructuras se corren grandes riegos, como las tragedias hasta ahora vistas provocadas por las torrenciales lluvias y ráfagas de potenciales vientos.

De ahí que, por el bien y seguridad de todos: ¡No más árboles gigantes en la ciudad de México y todas las demás! Solo debe sembrarse pequeñas plantas y todo aquello que coadyuve, además del embellecimiento, a la purificación del aire contaminado. Antes, por las torrenciales lluvias, se perdían algunos colchones y uno que otro auto era arrastrado por las corrientes. Y esto es apenas el inicio, los años siguientes serán peores…Pero, ¿Ya estamos preparados?

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) Informe sobre la Brecha de emisiones 2023. Un ¡Megahit candente! Balance de un año que ha batido todas las marcas. Continúa: En 2030, la brecha de emisiones entre las CDN incondicionales y las trayectorias de 1.5°C será de alrededor de 22GtCO2e (rango de 21 a 24 GtCO2e) con una probabilidad de al menos el 50 por ciento. Si también se cumplieran las CDN condicionales en su totalidad, la brecha en las emisiones para el escenario de 1.5°C se reduciría a 19 GtCO2e (rango de 17 a 23 GtCO2e) Se prevé que las CDN incondicionales y condicionales para 2030 reduzcan las emisiones mundiales en un 2 y 9 por ciento respectivamente en comparación con las políticas basadas en las vigentes, suponiendo que se cumplan de pleno. A fin de llegar a niveles compatibles con las trayectorias de menor costo que limitan el calentamiento global por debajo de 2°C y 1.5°C, las emisiones de GEI deben recortarse en un 28 y 42 por ciento respectivamente.

Las cifras mejoran en dos puntos porcentuales las conclusiones de la evaluación del año pasado, un ejemplo de los progresos a la hora de reducir la brecha en la aplicación que separa las políticas vigentes de las CDN. Con todo, hay que llevar a cabo sin dilación medidas de mitigación urgentes y persistentes para conseguir la drástica bajada de las emisiones anuales imprescindible de aquí a 2030 a fin de acotar la brecha de emisiones. Incluso sin tener en cuenta el exceso de emisiones acumulados desde 2020, el recorte anual de emisiones que se necesitará para cubrir esa disparidad no tendrá precedentes en la historia.

Exactamente, tal como lo señala este informe, es urgente tomar medidas eficientes y permanentes para mitigar, al menos, los apocalípticos efectos de la crisis climática de aquí al 2030, es decir, dentro de poco. Y son precisamente, amable lector, esos largos tiempos que se están dando, dizque para combatir el acelerado cambio climático los que, a fin de cuentas, serán nuestra tumba. Y eso, a decir verdad, no es más que darle largas al asunto que solo benefician al poder político y económico en detrimento de la población mundial ¡Dónde están el gobierno y la sociedad en su conjunto para tratar de salvarnos?

De ahí que también el urgente llamado se extienda hasta la ONU para que la próxima COP 29 a celebrarse en Bakú, Azerbaiyán, sea en verdad una cumbre en la que se expongan, sin cortapisas, la verdadera problemática en que se encuentra el planeta a consecuencias de la inmoderada quema de combustibles fósiles. Ciertamente, ya no será fácil deshacernos de ellos, pero algo se tiene qué hacer y solo es posible llegando a cuerdos mundiales impositivos y definitivos sobre la transición energética. Desde luego que hay soluciones, solo es cuestión de querer hacer bien las cosas. ¿De qué servirá una COP más de promesas a largo plazo, si solo sería para prolongar nuestra extinción como seres humanos?

Por cierto, la NASA Ya ha adelantado que, debido al calor extremo, para 2050 varias partes del planeta como Pakistán, el sur de Asia, Golfo Pérsico-ya resiente altas temperaturas- y Mar Rojo ya no serán habitables. Y para 2070, el este de China, Sudeste Asiático, algunas regiones de los Estados Unidos y Brasil. Desde luego que para muchos esto está todavía lejos de suceder y no hay por qué preocuparse tanto, porque solo serán unos cuántos millones de habitantes los que sufrirán las consecuencias. Continuará…

Google News