El cambio climático ya comenzó, y la guerra por el agua también. Así, tal como ahora, señalábamos cuando iniciamos este puntual seguimiento periodístico ininterrumpido y único en el mundo, hace poco más de tres años, que el desequilibrio ecológico que causaría el ineludible cambio climático sería de fatales consecuencias si no se tomaban las debidas previsiones para sortearlo con el menor daño posible. Lamentablemente, hasta ahora, al menos en México, nada parece indicar que algo se está haciendo para mitigarlo, al menos…
De hecho, tanto el calentamiento global como la prolongada sequía, que pueden volverse apocalípticos, como bien sabemos, hace ya algunas décadas que comenzaron y nadie les prestó la debida atención. Pero, a decir verdad, amable lector, ya no solo la sequía ni el calentamiento global preocupa, sino también los otros ingredientes que contiene el mortal “coctel” que el cambio climático nos tiene preparado para “disfrutarlo” en cada una de las estaciones del año. Lluvias torrenciales, huracanes, calor extremo, inviernos gélidos, etc. van en aumento. El calor extremo en las costas mexicanas, por ejemplo, es ya insoportable y hasta peligroso.
El pasado 13 de marzo, EL UNIVERSAL fue invitado al diálogo sobre el impacto del metano en las comunidades aledañas a las instalaciones de gas y petróleo. ¿Huellas invisibles? Por un Mundo Justo y en Armonía con la Naturaleza, organizado por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental A. C. (CEMDA). Expertos y representantes de organizaciones que trabajan con comunidades de Tabasco y Veracruz compartieron experiencias y opiniones para alertar sobre los impactos negativos que las emisiones provenientes de hidrocarburos, particularmente de metano, tiene sobre la salud de las comunidades a nivel local.
Sergio Sánchez, Director Senior de Política de Aire Limpio Mundial de Environmental Defense Fund (EDF) señaló que las emisiones de metano en el país podrían ser casi dos veces y medio mayores que las reportadas en el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de efecto Invernadero, según se ha identificado a través de mediciones satelitales y en un avión equipado con instrumentos de medición; asimismo, puntualizó que el metano representa casi la tercera parte de la contribución al calentamiento global actual y también tiene impactos negativos en la salud. Destaco que cuando hablamos de controlar las emisiones de metano, hablamos de controlar también otras sustancias y compuestos que se liberan en la extracción, distribución y refinación de hidrocarburos como los óxidos de nitrógeno, el dióxido de azufre y las partículas finas PM10 y PM 2.5 entre otras.
Durante su presentación, precisó que el Satélite MethaneSAT, puesto en órbita el pasado 4 de marzo, es capaz de captar las emisiones con una alta resolución (un Km por un Km); tiene capacidades de detección sin precedentes y realiza una cuantificación avanzada de tasas de emisión y flujos. MethaneSAT se encuentra en etapa de pruebas y se espera que esté operando a plena capacidad a principios de 2025. Los datos estarán disponibles en la plataforma de MethaneSAT y serán actualizados regularmente con acceso público y gratuito, así como información transparente sobre las emisiones de este contaminante a escala mundial públicas.
“Crisis Hídrica: Dimensiones y Alternativas” -Universidad de las Américas Puebla y la Cátedra UNESCO-UDLAP. -75 por ciento del territorio mexicano presenta un grado de sequía. -Continúa: El Dr. Arreguín explicó que un estudio realizado por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) demostró los datos reportados por el Monitor de Sequía de México señalan que en 2012 casi el 90 por ciento del territorio mexicano tuvo algún grado de sequía y que tiempo después, en 2024, ya se está en el 80 por ciento. Desde 2018 se dieron señales de que se estaba dando esa sequía y no hicimos nada, y la consecuencia de ello está en el informe publicado el 15 de febrero de 2024, el cual muestra que sólo el 24. 6 por ciento del territorio mexicano se encuentra libre de sequía, agregó.
Algo muy importante que destacó fue que en el estudio del IPCC se menciona que es inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, el océano y la Tierra. “Si alguien pensaba que esto no es cierto, está demostrado científicamente que sí tenemos la culpa. El estudio nos demuestra que somos los responsables de que estén ocurriendo estos cambios generalizados”. Asimismo, explicó que existen varios tipos de sequía dentro de las que destacan la meteorológica, agrícola, hidrológica, socioeconómica; así como la urbana, que afecta a lugares como la Ciudad de México. “La sequía urbana, dijo, es ocasionada por diversos aspectos como una sequía hidrológica, la administración del agua, el estado de la infraestructura (cómo están las presas) y los patrones de consumo de la sociedad”.
“Perspectivas del agua en el Valle de México: 14 propuestas hacia la seguridad hídrica. Red del Agua UNAM, Centro Regional de Seguridad Hídrica-UNESCO, Agua Capital y Fondo del Agua de CDMX. Continúa: 6 -Ampliar y modernizar las redes de medición y monitoreo de fuentes, usos y cuerpos de agua. Para reforzar, modernizar y ampliar la red y sistema de medición y monitoreo, con la finalidad de tener un mejor control del recurso hídrico, así como de los datos hidroclimatológicos de la región. 7 -Recuperar, mantener y ampliar la capacidad instalada de la infraestructura hídrica federal. -Se busca cerrar la brecha existente entre la disponibilidad de agua y la necesidad de los usuarios, así como el garantizar la equidad en el suministro para todos los habitantes del Valle de México requiere, entre otras cosas, tres acciones prioritarias: 1 -El mantenimiento y reposición de la infraestructura hidráulica existente, priorizando el Sistema Cutzamala y el Plan de Acción Inmediata (PAI), así como la red de introducción. 2 -Racionalizar el uso del agua en los sistemas de riego. 3 -habilitar una fuente externa de abastecimiento. Continuará…