Otra vez pesó más la confianza que la experiencia en la designación de tareas. Nos comentan que no sólo el equipo hacendario se está conformando bajo esa idea, sino también en la responsabilidad de los cargos en el terreno legislativo. Nos platican que la Comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados será presidida por la tapatía de Morena, Merilyn Gómez Pozos, cuando todo apuntaba a que sería el viejo lobo de mar Alfonso Ramírez Cuéllar, quien fue elegido vicecoordinador de la bancada guinda en San Lázaro. Tras renunciar a Movimiento Ciudadano en 2015, nos explican que Merilyn fue delegada del programa Jóvenes Construyendo el Futuro en la entidad y luego coordinadora en Jalisco de la precampaña de la hoy presidenta Claudia Sheinbaum. Su último cargo fue de titular de la Unidad de Normatividad de Medios de Comunicación de la Secretaría de Gobernación y ahora la abogada tiene ni más ni menos que el reto de sacar el presupuesto del primer año de la nueva administración.
Otra mujer clave
Hablando del presupuesto, nos dicen que la que ya está trabajando a todo vapor es Bertha Gómez Castro, quien fue designada nueva subsecretaria de Egresos en la Secretaría de Hacienda en sustitución de Juan Pablo de Botton. Aunque todavía no recibe la venia de la Cámara de Diputados para desempeñarse como la responsable del gasto federal, nos hacen notar que la economista egresada de la UNAM con mención honorífica sostiene encuentros con diversos sectores interesados en que se tomen en cuenta sus necesidades de recursos. Tal es el caso de la gobernadora, Indira Vizcaíno, quien fue a verla a sus oficinas para que no se olvide de Colima a la hora de asignar los proyectos.
Austeridad corta alas de la AFAC
Continuando con el presupuesto, nos cuentan que uno de los organismos que más recursos necesita es la Agencia Federal de Aviación (AFAC), del general Miguel Enrique Vallin Osuna. A casi un mes de que se presente este documento, cuyo gasto total se estima que rondará los 10 billones de pesos, los analistas y la propia AFAC calculan que el órgano necesita 4 mil millones de pesos para operar en óptimas condiciones y avanzar al ritmo de la industria aeronáutica en 2025. Sin embargo, nos reportan que este año recibió apenas 712 millones de presupuesto. Entre las principales carencias del regulador y supervisor aéreo, nos hacen ver, se encuentra la falta personal, ya que hoy tiene mil 400 elementos, pero deberían ser, al menos, 4 mil para cumplir con rezagos como la expedición de licencias de pilotos y técnicos aeronáuticos.