El domingo surgió otro profeta que asegura que la supermoneda nacional tiene los días contados. “Da miedo lo que está pasando con el peso mexicano”, expresó Robin Brooks, integrante del Instituto Brookings, una de las más prestigiosas consultoras en Wall Street. Nos explican que la divisa cerró ayer en 16.80 unidades por dólar y aparece entre las tres más apreciadas del año. Sin embargo, para el también exestratega en jefe de divisas de Goldman Sachs, el superpeso está sobrevaluado y viene su derrumbe inminente si Donald Trump gana las elecciones de noviembre. Desde hace un par de años, nos recuerdan, los oráculos financieros quieren vender el cuento de que el tipo de cambio está demasiado fuerte, pero la moneda ha sabido protegerse de las malas vibras y superar las expectativas hasta de los más entusiastas, aunque también es cierto que amenazar con “un baño de sangre”, como lo hizo Trump el fin de semana, pone a temblar incluso a los más valientes.
Viene diagnóstico de la corrupción
El 25 de marzo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a cargo del australiano Mathias Cormann, dará a conocer el Panorama de la Corrupción y la Integridad de los 38 países que la integran, entre ellos México. Todo parece indicar que no habrá muchas mejoras para el país, nos comentan. A fines de febrero, cuando Cormann visitó México para presentar el análisis del organismo sobre la economía mexicana, ofreció algunas pinceladas en materia de corrupción. De ahí que se anticipe que el panorama actualizado mantendrá lo dicho sobre México. En la edición 2023 del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional, publicado el 30 de enero, México ocupó la posición 126 entre 180 naciones evaluadas, la misma que se dio a conocer un año antes.
El año de Hidalgo
A seis meses de que termine el sexenio, nos dicen que llama la atención el que en la Administración Pública Federal (APF) del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, apenas esté publicando el Código de Conducta que debe regir en todas las dependencias y entidades del gobierno federal, cuando debería ser al principio. Cada secretaría de Estado ha publicado en varios días, a través del Diario Oficial de la Federación, los lineamientos a los que deben apegarse los servidores públicos bajo los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia. Pero para otros que no se olvidan de las malas prácticas en el pasado que solían darse en el año de Hidalgo, lo anterior podría interpretarse como recordatorio a portarse bien porque como dice el refrán: “Piensa mal y acertarás”.