Nos dicen que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 no sólo será recordado por la maratónica sesión en que fue aprobado de 30 horas a lo largo de cinco días, en los que se discutieron más de 3 mil reservas. Las prisas hicieron que quedara listo seis días antes de la fecha límite, fijada para el 15 de noviembre, es decir en vísperas de la revelación del resultado de las encuestas para las candidaturas de Morena con miras a las elecciones del próximo año. Nos comentan que también pasará a la historia por ser uno de los procesos más atropellados por los jaloneos políticos que se presentaron, mismos que llevaron al estrés máximo al equipo hacendario, a cargo del subsecretario de Egresos, Juan Pablo de Botton, que estuvo al pendiente en una oficina adjunta al salón de sesiones de San Lázaro.
Pasan charola a empresarios
Nos dicen que, ahora sí, el gobierno muestra interés de trabajar junto al sector privado luego de la devastación de Otis en Acapulco. Algunos señalan que, al no tener el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para apoyar la reconstrucción, se solicita el apoyo de las grandes empresas. Hace unas semanas se conformaron mesas de trabajo para atender los problemas de los damnificados en materia de salud, agua potable, alimentos, educación, reactivación comercial y reconstrucción. Bajita la mano, se pide a las empresas prestar maquinaria para mover escombros, donar cemento, vidrio y acero para la reconstrucción, además de líquidos para limpieza como cloro, repelentes, tinacos, etcétera. Pero la Coparmex, de José Medina Mora, dijo que ninguna ayuda será suficiente si no va acompañada de presupuesto público.