Tras enfrentar una etapa de ruido por su experiencia al cliente y rumores sobre la credibilidad de su modelo empresarial, nos dicen que la realidad demuestra que Kavak, de Carlos García Ottati, sigue consolidando fuertemente su operación en los 10 países en los que opera. Nos aseguran que el buen pronóstico de la empresa, que apenas tiene siete años, augura un futuro prometedor para la industria de autos usados, debido a la confianza que genera su modelo de negocio, a la vez que impulsa significativamente el número de personas que pueden acceder a un auto, especialmente en países con economías emergentes. Luego de unos meses de silencio en los que se enfocó en restaurar sus índices de satisfacción al cliente, nos afirman que la empresa continúa perfeccionando su complejo modelo operativo, mientras prepara nuevos productos que buscan revolucionar la forma en que las personas compran y venden autos usados. Kavak no es perfecta, pero camina con solidez, nos confirman.
Superpeso se despeina, pero sin perder el ánimo
La salida de Estados Unidos del exclusivo club de naciones con una deuda rankeada en “AAA” ha hecho pasar un mal momento al peso, que terminó ayer en 17.33 unidades por dólar, su cierre más débil en dos meses. Sin embargo, nos platican que la supermoneda ya está curada de espanto y enfrenta sólo algunos días de volatilidad sin perder el ánimo este verano. Desde la perspectiva del análisis técnico, nos explican, el dólar está poniendo a prueba a la moneda nacional, pero la tendencia principal continúa siendo favorable para el tipo de cambio. Hay un patrón de comportamiento desde julio del año pasado en el que la divisa mexicana se fortalece en un periodo de dos meses y luego rebota a 17.50. Si lo sigue, nos dicen, la paridad volverá a apreciarse y establecerá un nuevo récord en 16.40 unidades, es decir, el superpeso puede continuar en su hamaca con piña colada en mano frente al mar viendo pasar el tiempo estas vacaciones.
El enojo de Yellen
Hablando de la rebaja a la deuda estadounidense por parte de Fitch, nos cuentan que pocos se han atrevido a provocar el enojo de Janet Yellen como lo hizo la agencia calificadora. Nos comentan que desde que el entonces presidente Donald Trump lanzaba ataques contra ella cuando era la presidenta de la Reserva Federal, nadie había hecho que la doctora en Economía por la Universidad de Yale mostrara en público un rostro enmuinado, pues nos dicen que así se le vio a leguas en un evento donde por más que quiso disfrazar su coraje, éste era evidente. Nos reportan que en la demostración de la digitalización de las oficinas tributarias por más que dijo estar alegre, su cara demostraba lo contrario. Ahora sí sintió lo que pasaron en su momento los secretarios de Hacienda mexicanos Luis Videgaray y José Antonio González Anaya.