Tras la muerte de Sebastián Piñera en un accidente aéreo, nos recuerdan los impresionantes resultados económicos que entregó en sus dos gestiones como presidente de Chile. Bajo los cuatros años de su primer mandato, la economía sudamericana marchó a un ritmo anual promedio de 5.4% de 2010 a 2013, mientras la mexicana caminaba a tasas de 3.2%. La pandemia no fue pretexto para que, en su segunda administración, Piñera lograra promediar un crecimiento de 2.6% entre 2018 y 2021, al mismo tiempo que aquí la economía se contrajo 0.3%. Pero eso no es nada, pues el empresario y doctor en Economía por Harvard logró bajar la población en pobreza a menos de la mitad, cuya tasa pasó de 15.1% en 2009 a una cifra histórica de 6.5% en 2022, según los sondeos del Ministerio de Desarrollo Social de Chile. En cambio, nos hacen ver, México lleva décadas viviendo con más de 30% de su gente atrapada en las carencias. La realidad se impone, tarde o temprano.
Llegan denuncias internacionales por robo a contenedores
Nos reportan que los ilícitos y robos contra el transporte de carga ya está generando malestar fuera del país. En la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (Amanac), que preside Norma Becerra Pocoroba, nos comentan que recibieron denuncias internacionales porque los contenedores de acero no ingresan con toda la mercancía. Al parecer, se trata de un tipo de robo hormiga en los puertos del país. Nos cuentan que el problema señala a infiltrados que informan de la carga de cada contenedor, por lo que las empresas deben mejorar sus filtros de contratación y esquemas de seguridad interna, además de que urge la colaboración de autoridades de todos los niveles.
Peligran alianzas aéreas
Nos hacen notar que también en el transporte aéreo los ejecutivos se están movilizando, pues resulta que los ajustes en regulación en el aeropuerto capitalino van a tomar alturas internacionales, afectando sobre todo a las aerolíneas mexicanas que tienen alianzas con sus pares en la Unión Americana, como en el caso de Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, con Delta Airlines, así como el pacto entre Viva Aerobús y Allegiant. Nos platican que desde el Departamento de Transporte de Estados Unidos acusan que estas modificaciones alteran el acuerdo bilateral aéreo de 2015, por lo que, de continuar así, las condiciones con las que se aprobó el Joint Venture entre las dos primeras compañías es inviable y afectaría la competencia en el principal mercado internacional de pasajeros. Sin embargo, nos dicen que en el gobierno mexicano están decididos a buscar a toda costa que la terminal de Santa Lucía pueda recibir más vuelos.