Tras dos años y cuatro meses, Estados Unidos devolvió a México la Categoría 1 en seguridad aérea, lo que permitirá a las aerolíneas nacionales lanzar nuevas rutas y aumentar sus frecuencias al principal mercado extranjero. Nos comentan que los grupos aeroportuarios serán favorecidos por el anuncio, aunque GAP, Asur y Oma ya vienen volando alto desde hace meses, cuyo tráfico se elevó de 11.2% a 13% entre julio y agosto, lo que superó ampliamente el avance de 10% que esperaban los analistas. El principal beneficiado, sin duda, será el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que nació sin conocer la Categoría 1 y su flujo internacional ha sido limitado. Nos platican que el aeropuerto a cargo del general Isidoro Pastor Román movió a 17 mil 13 pasajeros fuera del país en agosto, por debajo de los 17 mil 543 en julio. Ahora el AIFA será una nueva opción para las aerolíneas, pero nos explican que costará trabajo recuperar el tiempo perdido.

Más DUBA a la herida

Si hay algo que le gusta a Pemex, nos dicen, es tener ventaja sobre sus competidores, sin importar que retrase cualquier esfuerzo que busque reducir los impactos ambientales de la industria energética. En ese sentido, nos indican que la nueva prórroga para que Pemex suministre Diesel de Ultra Bajo Azufre (DUBA) hasta finales de 2026 pone más sal a la herida en la disputa energética bajo el T-MEC. Las empresas privadas en Estados Unidos están metiendo cada vez más presión al gobierno de Joe Biden para que abra otro panel contra México, pues acusan que la Comisión Reguladora de Energía otorga sólo prórrogas a la petrolera que dirige Octavio Romero para que el diesel que vende contenga más azufre, lo que pone en desventaja al resto de participantes. El problema de fondo, nos hacen ver, es que México no puede producir este DUBA en grandes volúmenes debido a los problemas que enfrenta el Sistema Nacional de Refinación, lo que será otra bomba de tiempo para el siguiente gobierno.

Gigantes de Detroit hacen temblar a México

Hablando del T-MEC y ante la posibilidad de un paro en las fábricas de autos en Estados Unidos, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), José Zozaya, nos recuerda que, antes de integrarse a un automóvil, una autoparte puede cruzar hasta cinco veces la frontera entre los tres países socios. Considerando que para armar un vehículo se requiere de más de 20 mil piezas, los cruces se cuentan por millones todos los días. En vista de eso no es de extrañar que el estrés esté al máximo en ambos lados de la frontera debido a la falta de acuerdo entre el sindicato del sector automotriz, United Auto Workers, y los tres gigantes de Detroit.

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