Lo primero será entender el significado de la palabra “anagrama”. En nuestra ayuda viene el genial Guido Gómez de Silva. En su Diccionario Internacional de Literatura y Gramática, este sabio explica que un anagrama es una “palabra o frase formada a partir de otra cambiando el orden de las letras”; inmediatamente prueba por qué su libro es no menos genial que él mismo: ofrece ejemplos de anagramas en español, alemán, francés, griego, inglés, italiano, latín, neerlandés, portugués y ruso (es un diccionario internacional…). Veamos.
Una famosa novela de Samuel Butler se titula enigmática y anagramáticamente con el vocablo Erewhon; el misterio se aclara cuando descubrimos que ese nombre es “nowhere”, “ningún lugar”. Culto mariano en francés: en esa lengua el verbo “amar” (aimer) tiene las mismas letras de Marie, nombre de la Virgen. A continuación, doy noticia de un anagrama de inmensa celebridad.
Cuando André Breton quiso atacar a Salvador Dalí por el amor excesivo al dinero en la conducta del pintor, antiguo militante surrealista, lo llamó, con un anagrama de aire latino, de esta manera: Avida Dollars. Como puede verse, Breton echó mano de una sutil feminización del nombre (Avida) que apuntaba en filigrana a la prostitución del arte. El dardo anagramático dio en el blanco y se cita a menudo; no se ha olvidado; está presente en muchas conversaciones.
Los anagramas son juegos de lenguaje; divertimentos con las letras, con sus combinaciones. Como tantos juegos, pueden abrir puertas a significaciones extrañas. Es lo que me pasó hace unos días.
En la página 340 de la novela Ada, de Vladímir Nabókov, un personaje viaja a México o a… Oxmice, lugar que tiene las mismas letras (¡anagrama!) del nombre de nuestro país. Hay muchos juegos geográficos en la novela nabokoviana, además.
Cuando leí esto, me quedé de una pieza; pensé: Oxmice parece una arbitraria ensalada de letras, pero podría tener algún significado. Comienza igual que el nombre de una famosa universidad: Oxford, palabra cuyo sentido es, aproximadamente, “paso de bueyes”, “vado de bueyes”. ¿Qué puede significar Oxmice? La palabra “mice” es el plural de “mouse”: ratón, en inglés; ratones, pues. Oxmice podría ser una palabra compuesta que significaría más o menos esto: ratones-bueyes, es decir: roedores con las características (¿tamaño, tenacidad, capacidad de sacrificio?) de los nobles rumiantes llamados bueyes.
Se dirá que esto es una mera divagación sin muchos alcances; yo no podré negarlo. Y como esta columna tiende a la conversación, a la tertulia, haré una ligera confidencia: mientras otros se consagran a los grandes asuntos, yo puedo estar explorando las posibilidades anagramáticas del nombre de un enemigo para fastidiarlo con las letras de su propio nombre.
Aquí dejo constancia de eso, precisamente: de mis divagaciones. Que ningún patriota veterano o nacionalista de última hora diga que “denigro al país”.