Hasta donde sé (que es muy poco), el libro de Laurie Garrett titulado The Coming Plague (La epidemia que viene), de 1994, no ha sido traducido al español. Escribirlo fue una hazaña, me parece, por la cantidad ingente de información que maneja la autora; leerlo es otra hazaña (muy modesta, pero gratificante); traducirlo exigiría el concurso de varios especialistas. Sin duda: virólogos, epidemiólogos, microbiólogos, bibliógrafos e historiadores de la medicina. Es un libro descomunal. Me acompañó durante varios meses del encierro; terminé de leerlo hace unos días.
Al ver la fecha, más de cuatro exclamarán: “Es un libro viejo”, sin reparar en la segunda palabra, coming, del título, que aquí la he traducido con la frase “que viene”, es decir, después de 1994: 2020, 2021, digamos.
Laurie Garrett no escribió un libro profético sino una obra necesaria y de lectura urgente. A pesar de su aparente “antigüedad”, tiene plena vigencia. Su tema: las epidemias y las pandemias, las enfermedades infecciosas. Su lectura fue un estremecimiento continuo; espero que se me crea, a pesar del aire de exageración de esa frase.
La charla TED de Bill Gates en la que hablaba de una pandemia inevitable, inminente, impresionó al público; me temo que ese público no tiene noticia del libro de Garrett, mucho más valioso. Pero debo decirlo todo. En 1995 esta obra mereció el Premio Pulitzer, especie de buena recomendación para casi cualquier lector; a mí no me bastó y quise buscar una confirmación de lo que significa ese premio. La encontré fácilmente en la Internet: decenas de charlas y entrevistas con Laurie Garrett. Ninguna falta me hacía, en el fondo, buscar ese refrendo: la sola lectura me había convencido de la calidad de esas páginas impresionantes.
Laurie Garrett cuenta historias múltiples: los enfermos, los médicos, los políticos son sus protagonistas. Recorre lo ocurrido en muchos países de prácticamente todos los continentes y el panorama que ofrece es auténticamente planetario, de Bolivia a varias naciones africanas, pasando por los Estados Unidos, Europa y Asia. Las historias son todas interesantísimas, algunas impresionantes o conmovedoras, algunas indignantes.
La frase “Dos veces Laurie” que se lee allá arriba apunta a este hecho: el libro de Laurie Garrett es largo y copioso; hay otro más breve, pero también muy bueno, firmado por una mujer del mismo nombre: Un daño irreparable, tiene un horizonte mexicano y reciente (es de enero de 2021) y está escrito por la doctora mexicana Laurie Ann Ximénez-Fyvie. Es una casualidad, desde luego; pero es posible que algo signifique: es como si las mujeres cuidaran mejor a la tribu, o bien fueran capaces de analizar lúcidamente, con perspectivas críticas e informadas, lo que sucede en una pandemia, por ejemplo. No lo sé, pero aquí dejo mi testimonio de admiración por esas dos mujeres del mismo nombre: Laurie Garrett, Laurie Ann Ximénez-Fyvie.