El concepto de Responsabilidad Social Empresarial ha evolucionado. Contemporáneamente se consideran elementos Ambientales, Sociales y de Gobernanza Corporativa (ASG). Las principales entidades encargadas de analizar el riesgo financiero de empresas y países han generado sus propios criterios para evaluar a las empresas en dicha materia. La propia Bolsa Mexicana de Valores está haciendo lo propio. Generalmente el énfasis se pone en el aspecto ambiental, que en el contexto internacional actual definitivamente es una razón prioritaria, pero el aspecto social, hacia el interior de las empresas también es importante y parece ser un elemento olvidado.

Desde las Naciones Unidas, los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) parten de la premisa de que éste no se puede concebir sin considerar el elemento social. Esto implica tener trabajos dignos y adecuadamente remunerados, además de otorgar seguridad social. Al interior de las empresas este es un gran pendiente, nos sólo en México, sino en el mundo.

Son varios los elementos que se deben considerar y no todo está dicho, pero se debe considerar por lo menos el tener un sueldo decoroso, ambiente de trabajo sano, conservación del capital humano, prestaciones de ley y crear condiciones para tener una vejez digna. Al respecto, en nuestro país hay mucho por hacer.

La remuneración salarial en nuestro país deja mucho que desear. Existen muchos pobres y la clase baja es por mucho la gran mayoría. Esto obedece a sueldos y salarios en extremo bajos. En contraste, la clase alta llega a tener niveles de ingreso de verdadero escándalo. El elemento social debe comenzar al interior de las empresas otorgando sueldos decorosos. Ese es un pendiente de la mayoría de los grandes corporativos. En el extremo hay empresas que otorgan escasas remuneraciones bajo el argumento de que se compensan con propinas.

El stress laboral es otro tema importante. Recientemente se aprobó la norma oficial mexicana NOM-035-STPS-2018, Factores de riesgo psicosocial en el trabajo-Identificación, análisis y prevención, que busca generar ambientes laborales saludables. Pero todavía hay mucho por hacer, pues no es claro el modo en que dicha norma se puede evaluar ni quien está facultado para hacerlo. La infraestructura que permita cumplir con esta norma está en proceso de construcción, sin embargo, su puesta en marcha ya es un avance.

Otro gran pendiente es la rotación laboral. Una razón por la que los trabajadores se mueven de un trabajo a otro es que no encuentran elementos que los incentiven a quedarse. Esto puede deberse a ambientes laborales tóxicos y a bajas remuneraciones, entre otros temas. Lo que es un hecho es que la rotación laboral es alta, por lo que ése también es un pendiente por resolver.

Gran cantidad de trabajadores no cuenta con seguridad social. La suma de los trabajadores que cotizan ante IMSS e ISSTE está muy por debajo de la Población Económicamente Activa (PEA), por lo que gran parte de la fuerza laboral no cuenta con esta importante prestación. Por lo mismo, es común que no se coticen las suficientes semanas para recibir una pensión decorosa durante la vejez. Adicionalmente, la mayoría de las empresas no hace contribuciones adicionales para el retiro de los trabajadores, es decir, son contadas las empresas que cuentan con un sistema de pensiones complementario al IMSS e ISSSTE. Por lo tanto, este es un tema inconcluso.

En resumen, la responsabilidad social empresarial ha quedado a deber a la mayoría de los trabajadores. Es importante que los patrones se miren a sí mismos con ojos críticos y den los pasos para que el aspecto social quede resuelto dentro de la propia empresa. Podrían cumplir en materia ambiental y tener un adecuado Gobierno Corporativo, pero sigue el pendiente del aspecto social.

Docente de la maestría en Economía, FES-Aragón-UNAM y UDLAP Jenkins Graduate School

 

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