Los mercados implican intercambio de bienes. Siempre que existan personas dispuestas a comprar un bien o servicio, habrá personas o empresas dispuestas a producir y vender. Si los mercados son legales, se encontrarán en el sector formal de la economía, se podrá verificar la calidad del producto y pagarán impuestos. Siempre existe la posibilidad de que algunos evadan el pago de contribuciones y que se produzcan artículos apócrifos, piratería pura, que podrían “disfrazarse” del producto original, popurmente conocida como “clon” y comercializarse sin pagar impuestos. Pero la formalidad ayuda a controlar y regular de mejor modo los mercados, en particular aquellos que son incómodos, como es el caso de armas, bebidas alcohólicas o drogas. Está internacionalmente comprobado que la prohibición no sólo no evita el consumo de algunos bienes, sino que puede generar problemas mayores a los que busca arreglar.

El mercado siempre busca su camino. Si el bien o servicio intercambiado es ilícito, de cualquier modo se producirá y se venderá en el mercado negro. En el mejor de los casos se intercambiará en las sombras, en el peor, se convertirá en un delito que implique violencia e incluso muertes y autenticas guerras entre los productores en ánimo de dominar el mercado. Algunos bienes tienen un comportamiento semejante, por ejemplo, los vendedores de congeladas en los cruces de avenidas, o en las cercanías de las escuelas, dirimen sus controversias territoriales con insultos o golpes, pero en los mercados prohibidos lo hacen a balazos, lo que implica el derramamiento de sangre en la mayoría de los casos.

Por lo tanto, lo mejor es reconocer que los mercados existen: que hay oferta y demandaindependientemente de si son legales o no. Al ser reconocidos por el marco legal como una actividad no prohibida, es posible regularlos y, de particular importancia, cobrarles impuestos. El tabaco, por poner un ejemplo, tiene un fuerte gravamen, lo que encarece su consumo y lo desincentiva, pero no lo prohíbe.

El senado ha dado el primer paso en la legalización del consumo lúdico de la marihuana, por lo tanto, el mercado de mota pronto podría salir de las sombras y convertirse en un mercado formal. La pelota está en cancha de los diputados ahora dependerá de ellos la aprobación o no de la legalización de este producto. De aprobarse en dicha cámara, algunos productores y consumidores que en este momento son considerados delincuentes, pronto dejarán de serlo. Con la iniciativa se incluyó la creación de un Instituto para la Regulación y Control de la Cannabis, de hacer su trabajo, podría desarrollarse toda una industria no sólo lúdica, sino también en el terreno medicinal.

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Es muy probable que pronto comiencen a distribuirse internacionalmente las vacunas. En el caso de México pasarán algunos meses, tal vez más de un año, antes de poder vacunar a toda la población. Por lo anterior es que es importante determinar cuáles serán los criterios de aplicación de la vacuna.

Indiscutiblemente primero deben vacunarse aquellos que trabajan en el sector salud, después, los que presentan mayor riesgo de morir al adquirir la enfermedad. Esto podría implicar que tendríamos apertura total de la economía aproximadamente a mediados del año 2021. Esto ya es una luz al final del túnel, pero no estamos todavía en la salida. El posconfinamiento nos mostrará cómo ha cambiado el mundo. Mi perspectiva es que la inmersión obligada en el mundo tecnológico nos ayudará a recuperarnos más rápidamente, pero eso está por verse. Al tiempo.

Docente de la maestría en Economía, FES-Aragón, UNAM.

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