MIRADA DEL EDITOR
Sé que, al leer el título, se pensará que este texto tiene como objetivo defender al director técnico de la Selección Mexicana. No es así, Jaime Lozano tiene buena parte de la responsabilidad del papelón en la Copa América, pero no es el único.
La afición suele exigir cambio en la dirección técnica de cualquier equipo cuando sucede una catástrofe como la del Tricolor en el certamen continental. Es la salida fácil, el lugar común, aunque no necesariamente lo indicado... O no el único que deba estar preocupado por su puesto.
Lozano se ha equivocado garrafalmente durante su estadía en el combinado nacional, pero hay otros personajes que también cometieron yerros y parecen estar rodeados de un halo que los hace inmunes a sus pifias.
Para empezar, hay que recordar que el "Jimmy" es el menos culpable de estar ahí. Él llegó como interino, ganó la Copa Oro 2023 y por supuesto que iba a aceptar quedarse. ¿Quién en su sano juicio iba a decirle que no a un puesto que ofrece tantas ventajas? Porque el lado B no suele verse cuando llega una oferta de tal magnitud.
Eso lleva a poner los ojos en los directivos, quienes llegaron a la Federación Mexicana de Futbol con el discurso de que cambiarían muchas cosas, para conseguir el balompié que tanto se necesita. Un año después, no ha pasado prácticamente nada.
Luego de la derrota contra Estados Unidos en la Nations League del año anterior, el comisionado presidente Juan Carlos Rodríguez salió en un video para informar la salida de Diego Martín Cocca porque "no se puede permitir que la Selección juegue así". ¿Lo hará de nuevo? Porque es inadmisible lo sucedido en la Copa América.
Esa actitud del directivo fue aplaudida por la afición, y no por cesar al entrenador, sino porque por fin parecía haber un directivo que no soportaría fracasos. Simple espejismo.
Lozano ha dejado claro que sí llegada fue prematura. Es una persona muy preparada, pero aún le falta manejo de grupo y recursos para modificar sobre la marcha, lo que suele dar el tiempo.
El equipo luce acartonado, pocas veces modifica el parado. Lo hizo durante los últimos minutos del juego ante Ecuador, cuando utilizó a dos arietes: Santiago Giménez y Guillermo Martínez, pero no le rindió frutos.
El famoso "cambio generacional" no fue idea del "Jimmy". Quien crea eso es muy ingenuo o no conoce cómo se maneja el balompié nacional. Lozano quería contar con los mejores futbolistas; por ejemplo, Henry Martín, cuya ausencia pesó.
El entrenador se ha equivocado, y mucho, pero no es el único. Los directivos también tienen buena parte de la responsabilidad y nadie parece recordarlo.
Poco más de un año después, la nueva era que encabezaría Juan Carlos Rodríguez es una mera falacia, porque todo sigue exactamente igual que hace poco más de año y medio, cuando el Tricolor pareció tocar fondo en el Mundial Qatar 2022.
Y ni qué decir de los futbolistas, porque la mayoría está muy lejos del nivel óptimo para jugar en la Selección Mexicana.
Casos como los de Luis Chávez, Jorge Sánchez, Uriel Antuna, Julián Quiñones y hasta Santiago Giménez ya son alarmantes, porque se notan perdidos en el campo.
El Tricolor no tiene rumbo... Y nadie hace algo para que lo reencuentre.