Las votaciones para elegir a quien encabezará la Presidencia de la República y la Jefatura de Gobierno, entre otras gubernaturas y puestos de elección popular, llegaron.

El pasado domingo fuimos testigos de una elección histórica, sin precedentes, por muchas razones: la primera, por el número de votantes que acudieron a las urnas; la segunda, porque tendremos la primer mujer Presidenta en 200 años, quien llega por decisión del pueblo, con legitimidad contundente. Jóvenes, adultos, adultos mayores, humildes, adinerados, con estudios o sin ellos, mujeres y hombres eligieron a Claudia Sheinbaum Pardo como la futura Presidenta.

Pero cuando pensábamos que nada podría darnos mayor felicidad ocurre entonces el resultado de la Ciudad de México. Y es que en la Ciudad de México el discurso de los medios de comunicación fue instalar la narrativa de una profunda polarización, la oposición jugó un juego sucio, le apostó al sabotaje, a la mentira, las calumnias y descalificaciones estaban a la orden del día para dañar al gobierno de la Ciudad, para con ello, según ellos, arrebatar a la izquierda su bastión.

Después de la elección, gran lección, del 2021, la ciudad se arraigó a la izquierda, echó a andar políticas sociales más profundas, incluidas las primeras infancias; es la segunda mitad de sexenio, en la que se comenzaba a consolidar el trabajo de la entonces jefa de gobierno, quien con visión y pulso político integró cuadros identificados emergidos plenamente de la lucha social de izquierda, para poner acento social en cada acción de gobierno.

Domingo 2 de junio. Largas filas, recordándonos aquellas de 2018, se podían ver por todas las casillas de la Ciudad, pasadas las 18 horas aún había votantes en las casillas de todas las alcaldías; los resultados comenzaron a salir y sucedió, esta ciudad comenzó a pintarse de color esperanza: Tlalpan, Xochimilco, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Milpa Alta, Tláhuac, Iztacalco, Iztapalapa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Azcapotzalco, todas para la izquierda. Es decir que poniente, oriente, norte y sur se decantaron por la opción progresista y de derechos que representa Morena.

Por lo que respecta al Congreso de la Ciudad de México, la cosa pinta igual, la gente apoyó a quienes integrarán las bancadas de inclusión, diversidad, del progresismo en su conjunto y confiaron su voto a Morena quien pintará el Congreso color esperanza.

Los hay, pocos, de la oposición, que se dicen sorprendidos con el resultado tan apabullante a favor de Morena, la verdad sea dicha, no debieran sorprenderse pues es el resultado de la mala administración que tuvieron, el desprecio sistemático por la gente, el clasismo y polarización que ellos construyeron, aunado al discurso catastrofista que sostuvieron ante la gente, todo ello y sus ya conocidas mafias terminó por hacer que incluso quienes les favorecieron en el 2021, hoy les retiraran el apoyo y de manera contundente en las urnas expresaran que ¡Con Morena estamos mejor!.

La gente está contenta, agradecida y se siente reconocida en los gobiernos de Morena, se reconquistó la Ciudad y por eso, la exjefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, el actual jefe de gobierno, Martí Batres, y la próxima jefa de gobierno, Clara Brugada, pueden ser considerados los mosqueteros del bastión de la izquierda; y cómo no, si aprendieron todo del gran arquitecto de la transformación, nuestro querido líder, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

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