En el dinámico mundo de los negocios y la economía nacional, la bolsa de valores emerge como un instrumento fundamental que impulsa el crecimiento y desarrollo de las empresas. Este ámbito financiero, lejos de ser simplemente un mercado de acciones, se erige como un vehículo esencial para la expansión, inversión y visibilidad de las compañías que deciden cotizar en él.
Por ejemplo: El pasado 20 de febrero, el Club América tuvo un debut altamente favorable en la Bolsa Mexicana de Valores (S&P/BMV IPC), con un precio inicial por acción de 11.50 pesos. Al cierre de ese mismo día, el valor alcanzado fue de 23.88, representando un crecimiento de 107.65%. Este debut en el mercado bursátil es parte del proceso de creación de Ollamani S.A.B (Sociedad Anónima Bursátil), una nueva subsidiaria de Televisa, establecida el 31 de enero de 2024. Grupo Ollamani se constituyó mediante una división parcial que separa las actividades relacionadas con las telecomunicaciones y la producción audiovisual de las operaciones asociadas al fútbol y otros activos. Dentro de las unidades de negocio de este grupo se encuentran el estadio Azteca, Intermex, Editorial Televisa, el Club América y Playcity Casino.
El número total de acciones con la clave "Águilas CPO" alcanzó los 340 mil 622 millones. Es importante destacar que el proceso de cotización se llevó a cabo mediante subastas de escisión. El precio de apertura de las acciones de las Águilas del América en la Bolsa Mexicana de Valores se determinó según el resultado de estas subastas, estableciendo así su valor inicial. Indudablemente, se espera que esta medida proporcione la liquidez necesaria para hacer frente a diversos desafíos, entre ellos, la organización de la Copa Mundial de Fútbol 2026, que se llevará a cabo en Estados Unidos, Canadá y México. Esta competición conlleva una serie de retos financieros significativos, incluida la financiación de la remodelación del Estadio Azteca, lo que hace que la incursión en el mercado bursátil sea un paso crucial para la empresa.
Recordemos que las empresas cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores por varias razones, entre las que se incluyen:
Acceso a financiamiento: Cotizar en la bolsa permite a las empresas acceder a una amplia base de inversionistas que están dispuestos a comprar acciones de la empresa. Esto proporciona a la empresa una fuente de financiamiento adicional para financiar proyectos de expansión, inversiones en tecnología, investigación y desarrollo, entre otros.
Mayor visibilidad y prestigio: Estar listado en la Bolsa Mexicana de Valores brinda a la empresa una mayor visibilidad en el mercado financiero y la hace más atractiva para inversores institucionales, fondos de inversión y analistas financieros. Esto puede mejorar la reputación y el prestigio de la empresa en el mercado.
Liquidez para accionistas: La cotización en bolsa proporciona a los accionistas de la empresa la posibilidad de comprar y vender acciones de manera más fácil y rápida, lo que aumenta la liquidez de sus inversiones.
Valoración transparente: La cotización en bolsa implica que el valor de la empresa se determina de manera pública y transparente a través del precio de sus acciones en el mercado. Esto puede ser beneficioso para la empresa al proporcionar una valoración objetiva que puede ser utilizada para atraer inversionistas y socios comerciales. La bolsa de valores impone estándares de transparencia y rendición de cuentas que pueden ser beneficiosos para el crecimiento sostenible de las empresas. Los informes financieros regulares y la obligación de proporcionar información clave permiten a los inversionistas evaluar con precisión el desempeño de la empresa. Esta evaluación constante no solo genera confianza en los inversionistas, sino que también proporciona a la empresa una retroalimentación valiosa para la mejora continua.
Oportunidades de crecimiento y expansión: Al estar cotizada en bolsa, la empresa puede utilizar sus acciones como moneda de cambio en fusiones, adquisiciones y alianzas estratégicas, lo que le permite explorar oportunidades de crecimiento y expansión de manera más efectiva.
En conclusión, la bolsa de valores representa más que un mero escaparate financiero; es un catalizador para el crecimiento empresarial. Proporciona recursos, visibilidad, transparencia y liquidez, elementos críticos para que las empresas no solo sobrevivan sino prosperen en un entorno comercial dinámico y desafiante. Las compañías que eligen cotizar en bolsa no solo se abren a nuevas oportunidades, sino que también se comprometen con un estándar de excelencia que puede ser la clave de su éxito continuo.
Académico de la Universidad del Valle de México, Campus Zapopan
