Todos hemos recibido un mensaje o visto un anuncio que te invita a invertir en monedas o activos virtuales; ofrecen ganancias del 1000 % de tu inversión en solo 48 horas. Como ya lo habíamos sostenido en este espacio, esta práctica se ha convertido en una actividad de alto riesgo que propicia la evasión de controles para ocultar posibles actividades ilícitas y encubrir al beneficiario final.
El Grupo de Acción Financiera (GAFI) propuso una nueva Guía sobre Activos Virtuales (AV) y Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV) delimitándo sus obligaciones en materia de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo. La Recomendación 15 “Nuevas Tecnologías”, obliga a sus miembros a mitigar los riesgos que surjan de los activos virtuales. En este sentido, deben garantizar que los PSAV estén regulados, que cuenten con licencia o registro y se sujeten a sistemas de monitoreo de efectivo, erradicando la secrecía en las operaciones.
Simon Riondet, Jefe de Inteligencia Financiera de la Europol, sostiene que en los últimos años se ha incrementado el uso de las criptomonedas para blanquear capitales; en concreto refirió el caso de un cártel de drogas de origen español recientemente disuelto, que lavaba efectivo utilizando cajeros automáticos criptográficos (máquinas que emiten criptomonedas a cambio de dinero en efectivo). Ese grupo delictivo utilizaba las criptomonedas a su vez, para transferir dinero a través de las fronteras, así como para dispersar y ocultar sus ganancias. Agregó que algunas investigaciones sobre la red oscura revelaron que el pago de las transacciones efectuadas con criptomonedas en esa web profunda que son adquiridas con recursos de procedencia ilícita.
El GAFI pone énfasis en prevenir dichos actos, y pretende que los PSAV censuren la recepción y retiro de transacciones desde y hacia monederos personales, así como aquellas que provengan de servicios entre pares; las de alto valor o en una sucesión corta en las que exista un patrón escalonado; además, es necesario identificar los perfiles de remitente y destinatario con un comportamiento inusual, así como la fuente de los fondos o riqueza. Posturas en contra sostienen que las medidas propuestas por el GAFI atacan la esencia de las Bitcoin reduciéndolas a un pagaré confiscable, en donde los depósitos recaerían en intermediarios y se perdería la privacidad de los usuarios.
Consideró que las observaciones de los proveedores y usuarios se deben analizar, pero siempre en un contexto de protección del interés público sobre el privado, esa es la esencia del Estado y su responsabilidad, es por ello que las recomendaciones del GAFI cobran relevancia.
En el mundo globalizado en que vivimos, además del grave problema de DO que padecemos y el continuo flujo de recursos provenientes del mercado ilícito de los Estados Unidos, no puede traernos como consecuencia que nos cerremos al avance tecnológico y las nuevas formas de relación económica. Sin embargo, para con la comunidad internacional, debemos legitimarnos siendo especialmente estrictos en la implementación y cumplimiento de las mencionadas recomendaciones. Corresponderá a la UIF, a la CNBV y a la FGR, entre otras autoridades, informar del cumplimiento de las recomendaciones de este grupo de alto nivel. Estamos ciertos de que se está avanzando, empero no debemos bajar la guardia.