El tráfico ilícito de fentanilo ha crecido exponencialmente en los últimos años, impulsado en gran medida por los cárteles mexicanos que han expandido su presencia en el mercado global mediante el uso de tecnologías y redes sociales. Una de las estrategias más preocupantes empleadas por los cárteles es el uso de Facebook, Instagram, Twitter, entre otras, mediante el uso de cuentas y páginas falsas, comunicaciones encriptadas y manipulación psicológica, para distribuir su veneno. La tecnología además facilita herramientas para financiar sus operaciones y lavar los recursos ilícitos con empresas fachada y el uso de criptomonedas logrando evadir a las autoridades.

La ONU en el informe de la JIFE de 2021, afirma que los traficantes de fentanilo utilizan varios métodos que consisten en alterar el nombre de la sustancia o mostrar solo una imagen y operar mediante sitios web cifrados con contraseña, grupos privados en las redes sociales y aplicaciones informáticas de mensajería que conectan a los consumidores con los vendedores de fentanilo ilícito y evitan así ser descubiertos por las fuerzas del orden de China y los EUA, lo que da lugar a cadenas de suministro muy flexibles. Ese informe no se pronuncia sobre los cárteles mexicanos.

El pasado 5 de mayo, la DEA dio a conocer los resultados que obtuvo durante un año con la “Operación Última Milla” dirigida a combatir el tráfico de fentanilo impulsado por los cárteles de Sinaloa y Jalisco en EUA. Lo importante es que revela que el gobierno norteamericano está enfrentando ese mal uso de las tecnologías.

Es fundamental que las autoridades, las plataformas de redes sociales y otros actores relevantes trabajen juntos y adopten un enfoque multisistémico, para lo que proponemos:

Mejorar la colaboración entre las autoridades, las plataformas de redes sociales y las organizaciones internacionales para compartir información, desarrollar mejores prácticas y coordinar acciones para detectar y eliminar contenido relacionado con la venta de fentanilo; utilizar la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para monitorear y analizar el contenido en línea para detectar patrones de comportamiento sospechoso y facilitar la identificación y eliminación de contenido ilícito relacionado con la venta de fentanilo en las redes sociales. Se propone llevar a cabo campañas preventivas de concientización y educación en los sectores de salud pública, justicia penal y asistencia social; adecuar el marco normativo para tipificar el uso ilícito de tecnologías y redes sociales en el tráfico de narcóticos, promover la cooperación transfronteriza y fortalecer las acciones contra el lavado de dinero; dotar de capacitación y recursos a las autoridades locales; fomentar la responsabilidad social de las redes sociales.

Ante la persecución de las autoridades norteamericanas a los cárteles mexicanos, algunos expertos afirman que el fentanilo empieza a producirse en su territorio con los precursores que ya recibían desde Asia, y mientras exista la demanda seguramente habrá quien lo distribuya. Para México representa todo un desafío, porque no es suficiente atacar la problemática bajo la perspectiva de que solo somos un país de paso. Ante el cierre de fronteras de EUA, como ya lo han hecho anteriormente, los grupos criminales tratarán de enviciar a nuestra juventud y venderles su veneno.