Aspiramos a un México con tasas de crecimiento económico que permitan mejorar las condiciones de vida de todos y amigable con el ambiente. Un país para vivir tranquilos el día a día, donde todos los ciudadanos estén seguros y con la certeza de emprender sus proyectos. Ciudades y comunidades con servicios de salud de alta calidad. Educación gratuita que permita sentirse realizados y mejorar las condiciones de vida. Todo ello con el uso adecuado de los recursos naturales que posibiliten que nuestros hijos conozcan y disfruten las maravillas de la naturaleza.

México es el cuerno de la abundancia, es rico en paisajes, comida, gente cálida, historia, tradiciones, cultura, recursos y biodiversidad. En cuestión de recursos naturales México posee yacimientos de petróleo, carbón, minerales y es uno de los países con un mayor potencial solar y eólico para producir electricidad.

Durante años el petróleo ha fungido como pilar del desarrollo industrial y sinónimo de progreso. El petróleo se extrae de las profundidades y puede ser vendido a otros países, o procesado para generar otros productos como plásticos, gasolinas, diésel, todos ellos útiles para las industrias y la sociedad.

Desde el siglo XX el petróleo cobró relevancia ya que significó un componente importante en las finanzas públicas del país. En la década de los 70s, Pemex descubrió uno de los yacimientos petroleros más importantes a nivel mundial. Desde entonces, el petróleo y sus derivados energéticos son indispensables para el crecimiento económico y desarrollo industrial, además de que han aportado un ingreso significativo a nivel nacional.

El petróleo es considerado como una palanca de crecimiento económico pero incompatible con el futuro de la humanidad debido al cambio climático. Durante la expansión económica se incrementa el consumo energético. Al mismo tiempo, al usar intensivamente esos recursos se producen contaminantes que permanecen en la atmósfera y que provocan que aumente la temperatura del planeta. Los científicos más reconocidos del mundo han determinado que si este aumento es mayor a 2°C se pone en riesgo la existencia de muchas especies y tendría consecuencias irreversibles para la humanidad.

El cambio climático es el reto más grande al que la humanidad se ha enfrentado y requerirá unir esfuerzos de todos para disminuir sus impactos. La reducción de los contaminantes es un punto crucial para evitar el incremento de la temperatura del planeta. Para lograr estos objetivos se requiere un compromiso de todos los ciudadanos, gobiernos y empresas.

Una contribución clave será realizar cambios en el sector energético ya que éste es el responsable de un 40 – 50 % de las emisiones contaminantes. Para lograr un futuro viable se requiere reducir el consumo de petróleo y sus derivados, aumentar la eficiencia y productividad, así como un despliegue masivo e inmediato de tecnologías energéticas limpias que permitan dar continuidad al crecimiento económico pero que eviten el impacto ambiental negativo.

Las tecnologías que permiten lograr estos objetivos ya existen, es deseable y urgente que se instalen en el país. Una opción sería que el gobierno provea un plan creíble para construir un sector energético limpio que promueva confianza entre los inversionistas, industrias, ciudadanos y otros países, canalizando las inversiones en energías limpias.

Profesor de la Facultad de Economía de la UNAM e Integrante del CACEPS.
caceps@gmail.com

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