El génesis y los fundadores del reguetón
En el principio Pablito Mix y su colectivo Under Style crearon el reguetón y el cumbiatón, un género híbrido que fusionaba el dembow, la electrónica, el tribal y la cumbia. México estaba desolado y vacío. La identidad musical mexa estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo. El espíritu del perreo se movía sobre la faz de las aguas. Entonces, Pablito Mix dijo: hágase el reguetón y el cumbiatón. Y el flow fue predicado desde la tornamesa de su meca sagrada, la discoteca Stratus en Neza.
El Stratus no era solo un antro: era el templo donde se congregaban los fieles creyentes de purgar las melancolías barriendo el piso con la cola. Un espacio de revolución donde las mezclas de géneros musicales subalternos se convertían en salmos y los DJs en profetas. Creadores de un flow marginal, el colectivo de DJs Under Style emergió como una nueva deidad en las zonas barriales de la CDMX y el Estado de México. Sus fiestas eran ceremonias clandestinas, su música una letanía que resonaba en los barrios más marginales, luchando por desestigmatizar el reguetón. Mientras en el Stratus y El Castillo del Abuelo, las mecas del reguetón mexa, los fieles se reunían para danzar, como si cada paso pudiera abrir las aguas del Mar Rojo del rechazo social.
El reguetón sonó en el tianguis gracias a la mano santa de la piratería. El reguetón sonó en las fiestas clandestinas de vecindades. El reguetón sonó en tardeadas en antros, considerados de mala muerte. El reguetón, ahora, suena en todas las listas de éxitos mundiales en todas las plataformas de streaming. ¿Cómo pasó?
Los profetas y el camino a la Tierra Prometida
Llegó Dinastía, con "Vaquero" como su primer salmo, pegando con su sonido desde las orillas de Veracruz. Son los Abraham del género, llevando la promesa de una nueva identidad musical a una tierra de prejuicios. Luego, DJ Pedro Fuentes y su hermano Mad Fuentes, hijos de un sonidero, alzaron el reguetón como un acto de resistencia, una respuesta divina al estigma social. Su primer himno, "Sucia", se convirtió en la palabra sagrada, como el maná del desierto, alimentando a los hambrientos de ritmo, seguido por "Rómpelo", donde Mad Fuentes se nombra y nombra a su hermano, reivindicando su origen y su derecho a existir en el templo de la música.
Entre ellos también estaba Uzielito Mix. Un profeta mayor, el "Rey Midas" que convierte cada colaboración en oro puro. Como un Moisés de la era digital, predica desde su escritorio con software pirata que aprendió a usar con tutoriales en YouTube, creando Candela Music, un arca de talentos emergentes: Bogueto y su “Goldibuena” son como Josué, abriendo las puertas de la Tierra Prometida, mientras Bellakath, con su "Gatita," toma la piedra de David y derriba al Goliat del estigma, llevando el reguetón al escenario mundial.
La revelación y la gloria de Bellakath
En una tercera ola, Malilla y Bogueto sostienen la llama de la fe con un reguetón más crudo y callejero, pero es Bellakath quien se convierte en la nueva mesías, la figura redentora que, con su “Gatita,” trasciende fronteras y convierte la vergüenza en gloria. En los ojos de la crítica, ella es la María Magdalena del reguetón: juzgada, señalada, pero nunca derrotada, elevando el género con una fuerza que proviene de su autenticidad. Como Cristo resucitado, el reguetón renace a través de Bellakath, quien convierte el estigma en una bandera de orgullo, logrando lo que parecía imposible: transformar la vergüenza en un milagro de aceptación global.
El Stratus y El Castillo del Abuelo son la meca, y los Under Style, las deidades fundadoras. Los combos, sus discípulos, que se reúnen no solo a bailar, sino a resistir, a proclamar que el reguetón es más que música: es identidad, fe y comunidad. Uzielito Mix dio el aliento de vida, Bogueto reescribió su historia con una nueva identidad, y Bellakath lo hizo universal. Malilla, como San Pedro, sostiene la llave del orgullo de ser de barrio, abriendo las puertas del cielo del reguetón a los que vienen detrás. Y así, lo que un día fue condenado como música "pecaminosa," hoy se celebra como una forma de resistencia, una declaración de fe en la propia identidad, una prueba viviente de que incluso lo más vilipendiado puede alcanzar la redención y la gloria.
Dios desde el cielo señala: estos son a los que YO resucito.
El reguetón mexicano ha emergido como un fenómeno cultural que ha transformado profundamente la percepción de las identidades barriales en el país. Desde sus inicios en los barrios populares, ha utilizado una poderosa estrategia de reapropiación de insultos y términos despectivos como "naco," "gato," y "ñero" para resignificarlos y convertirlos en emblemas de orgullo y resistencia.
Las segunda parte de este texto explorará cómo este proceso de resignificación ha sido liderado por figuras como Bellakath, Uzielito Mix, Malilla y Bogueto, y cómo estos artistas han logrado expandir el alcance del reguetón mexicano, llevándolo del barrio a la escena nacional y global, ñerficando a el país.