Dahlia de la Cerda

La ñerificación del país: El Contexto del Reguetón en México: De los Márgenes a la Centralidad Cultural Parte 2 de 2

Dahlia de la Cerda, autora de Opinión. Foto: EL UNIVERSAL
07/09/2024 |00:00
Dahlia De la Cerda
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Para entender el fenómeno de la "ñerificación" de México, es fundamental situar al reguetón en su contexto de origen: los barrios populares de la Ciudad de México, como Tepito y Neza. Escribir del reguetón mexa es escribir del barrio. Estos espacios, marcados históricamente por la marginalización económica y social, han sido también semilleros de creatividad y resistencia cultural. Desde los años 2000, el reguetón encontró en las calles un terreno fértil para crecer, adaptándose a las experiencias cotidianas de sus habitantes y usando el tianguis y la vecindad como plataformas de difusión.

El reguetón mexa no es simplemente una copia del reguetón caribeño; desde el inicio, fue transformado y moldeado por las realidades específicas del barrio mexicano. En Tepito, conocido como "el barrio bravo," el reguetón se fusionó con otros géneros como la cumbia y el rap, creando una variante única que resonaba con la vida diaria de la gente, que les pegaba en la nostalgia, en la identidad. Las fiestas callejeras, los tianguis y las reuniones en las esquinas de los barrios se convirtieron en escenarios donde las juventudes se reunían para perrear sucio y hasta abajo. El reguetón mexa no vino a pedir permiso, sino a imponer su ley. Porque cuando sonaba en las bocinas de las combis, cuando tronaba la música en la esquina se estaba escribiendo una historia, una historia que no tiene nada de anecdótico, que es política.

A medida que el reguetón se consolidaba en la calle, empezó a surgir una nueva narrativa en torno a lo que significaba ser "chaca" o "ñero." Lo que antes eran términos utilizados para descalificar a los jóvenes del barrio, ahora se transformaban en etiquetas de pertenencia. Esta resignificación, sin embargo, no fue un proceso espontáneo, sino el resultado de un esfuerzo consciente por parte de artistas que decidieron apropiarse de estos términos y redefinirlos en sus propias condiciones.

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Bellakath: la "Gatita" que se convirtió en rugido

Bellakath es una de las figuras más representativas de esta transformación cultural. Su sencillo "Gatita" no solo se convirtió en el primer éxito internacional de reguetón mexa en las plataformas digitales, sino que también marcó un punto de inflexión en la forma en que se perciben ciertos términos asociados con la mujer del barrio. La palabra "gata," que históricamente se había utilizado para degradar a mujeres de contextos barriales, fue reapropiada por Bellakath y resignificada como un símbolo de poder y agencia. Una "gatita" que se junta con los malos, que perrea hasta abajo, que no pide permiso para existir ni para gozar. Bellakath tomó el insulto y lo volvió un hit. Y en el proceso les dio a miles de morras de barrio la chance de verse en el espejo y sentirse orgullosas de su gatitud. Y si antes nos insultaban por gatas, ahora perreamos en su cara que también nos gusta el mambo. Su éxito no solo reside en el aspecto musical al convertirse en una de las canciones más reproducidas de Spotify México y colarse en varias listas de éxitos a nivel mundial, sino en su capacidad para utilizar el lenguaje del barrio de una manera que desestigmatiza y resignifica.

Uzielito Mix: La Voz de la Calle que Resuena en Todo México

Uzielito Mix representa otro ejemplo claro de cómo el reguetón mexicano ha sido utilizado para resignificar identidades estigmatizadas. Conocido por su habilidad para fusionar géneros como el reguetón, la cumbia y el trap, Uzielito Mix ha llevado el sonido del barrio a nuevas audiencias, logrando éxitos que se han convertido en auténticos himnos de la cultura popular mexicana. Uzielito Mix tomó el "ñero" y lo volvió arte, le metió cumbia, trap, reguetón, y armó un desmadre que sacudió las bocinas de todo el país. Porque ser "ñero" no es un defecto; es una virtud. En "El Verguillas," no solo canta sobre la vida en la calle, la lealtad y el aguante, sino que convierte al "ñero" en un héroe, en el protagonista que resiste a todo, que no baja la cabeza ante nadie. Y es que Uzielito Mix no solo hace música; crea puentes, conecta al barrio con el resto del país, desde las bocinas de los mototaxis hasta los clubes más fresas de la capital. Al convertir el "ñero" en un protagonista positivo, Uzielito Mix desafía las narrativas hegemónicas que tradicionalmente han estigmatizado a quienes viven en los márgenes. El impacto de Uzielito Mix no se limita a sus letras. Su música, que integra los ritmos de la calle con una producción sofisticada, ha llevado el reguetón mexa a los clubes y festivales de todo el país, demostrando que este género puede trascender sus orígenes sin perder su autenticidad. Uzielito Mix ha logrado que el sonido del barrio se convierta en un símbolo de resistencia y creatividad, redefiniendo lo que significa ser "ñero" en el México contemporáneo.

Bogueto: Desde Neza al Mundo, la Expansión del Reguetón Callejero

Bogueto, originario de Nezahualcóyotl, ha llevado su reguetón callejero a nuevos niveles, rompiendo barreras sociales y culturales y demostrando que la música del barrio puede conquistar todos los espacios. Desde las esquinas de Neza hasta los clubes más exclusivos de la Ciudad de México, Bogueto ha utilizado su música para desafiar los estereotipos que rodean al barrio y celebrar su autenticidad. Canciones como "G-Low Kitty" y "Otro Show" reflejan la "picardía mexicana," esa mezcla de humor, inteligencia, vulgaridad y resistencia que caracteriza a los jóvenes de los barrios populares, en el albur y el doble sentido, también hay riqueza cultural y lingüística. El Bo ha demostrado que el lenguaje explicito, el albur, y la vulgaridad también son formas de resistencia, también son cultura y también son política. Porque en cada verso hay una risa burlona, un “soporten” que retumba y un “aquí estoy” que no se disculpa. Y es que su música no solo es para bailar; es para conectar, para juntar cuerpos, para expresar deseo y para reivindicar nuestras identidades.

El ascenso de Bogueto al estrellato es un testimonio de cómo el reguetón mexicano ha logrado romper las barreras que separaban al barrio del resto de la sociedad. Su música, que se escucha tanto en los tianguis como en los festivales más importantes del país, demuestra que el reguetón callejero tiene el poder de conectar con personas de todas las clases sociales, uniendo a la sociedad en torno a una narrativa común de resistencia, el derecho al ocio y orgullo de ser quien eres.

En el barrio, la palabra "naco" sigue siendo terreno espinoso; nadie se la ha apropiado del todo porque ser "naco" es ser menos que nada, es ser invisible, es ser todo lo que no queremos ser. Ahí está Bogueto con su línea de “bellako sin llegar a naco,” marcando esa frontera. Pero lo curioso es que, aunque el barrio no se ha quedado con la palabra, el reguetón, esa música que muchos tacharon de "naca", ya no es solo de nosotros; ahora es de todos. Dejó de ser la música de los que estorban, de los que molestan, para convertirse en lo que todo mundo quiere bailar. La resignificación no siempre sigue las reglas, y quizás nunca haga falta que todos nos llamemos “nacos” para que lo que se creó desde aquí, desde abajo, ahora se escuche hasta en los rincones más fresas del mundo.

Malilla: la revolución "ñera"

Malilla es otro de los nombres clave en la "ñerificación" de México. Con su álbum "Ñerostars," Malilla ha llevado la resignificación del término "ñero" a nuevas alturas, convirtiéndolo en un símbolo de orgullo. En la canción "Superé" Malilla narra una historia de superación personal y comunitaria, celebrando la vida cotidiana en el barrio desde una óptica de fortaleza y resiliencia. De que sí se puede salir del barrio a través del arte. De que, la trillada frase de “crecimos en el barrio, pero nuestros sueños están fuera de él”, es verdad. Malilla no solo redefine lo que significa ser "ñero"; también demuestra que en el barrio también hay super estrellas. En su música, el "ñero" no es simplemente un joven marginal; es una figura que encarna la lucha diaria, la lealtad y la capacidad de reinventarse a pesar de las adversidades. Con "Ñerostars," Malilla propone una nueva narrativa donde ser del barrio es motivo de orgullo, y donde las historias de la calle son dignas de ser escuchadas y celebradas en todos los escenarios. Porque ser "ñero" es también ser una estrella, es brillar en las esquinas, en los tianguis, y en las fiestas. Malilla no solo habla del barrio; lo reivindica, lo dignifica, lo eleva. Y lo hace desde la independencia, desde la autogestión, sin venderse a las grandes disqueras. La producción independiente de "Ñerostars" es, además, un ejemplo de cómo los artistas de reguetón mexa han desafiado las estructuras tradicionales de la industria musical, logrando producir contenido de alta calidad que resuena con el público sin la necesidad de grandes disqueras. Esta independencia ha permitido a Malilla mantener su autenticidad y conectarse directamente con su audiencia, fortaleciendo su mensaje de empoderamiento y dignificación del barrio.

El reguetón mexicano: nuestra herramienta de resistencia

El proceso de "ñerificación" en México no es un fenómeno aislado; es una respuesta colectiva a años de marginalización y estigmatización. A través del reguetón, los jóvenes de los barrios populares han encontrado una herramienta poderosa para redefinir su identidad y proyectarla al mundo con orgullo. Este movimiento no solo ha resignificado términos despectivos, sino que también ha creado un espacio donde la cultura del barrio es celebrada y valorada. Este proceso de resignificación ha permitido que aquellos que alguna vez fueron marginados encuentren un nuevo sentido de dignidad y pertenencia. Al redefinir lo que significa ser "chaca," "gato," o "ñero," el reguetón mexicano ha creado una narrativa de resistencia que desafía las normas sociales y celebra el talento de las voces del barrio. El reguetón mexa ha demostrado ser mucho más que un género musical; es una herramienta de cambio social y una forma de resistencia cultural. Ha permitido que las comunidades marginadas encuentren una voz y un espacio para expresarse, transformando insultos en símbolos de orgullo y redefiniendo lo que significa ser del barrio. Con figuras como Bellakath, Uzielito Mix, Malilla y Bogueto el reguetón seguirá desafiando las normas establecidas y ampliando su alcance.

La ñerificación no es un capricho, es una respuesta. Es el acto político de tomar lo que el mundo quiso arrojarnos como migajas y convertirlo en manjar. El reguetón en México es mucho más que un ritmo; es un grito de guerra, un llamado a resistir, a no callar, a no bajar la cabeza. Porque ser "chaca," "gato," o "ñero" es ser historia, es ser revolución, es ser todo lo que nos han negado. Este movimiento es una forma de decir que aquí estamos, que no nos hemos ido, que seguimos peleando. Porque el reguetón mexicano es más que música; es resistencia pura, es nuestra forma de desafiar al mundo, de exigir nuestro lugar en la historia.

Este género ha abierto nuevas posibilidades para la inclusión social y la movilidad económica, ofreciendo a los jóvenes del barrio modelos a seguir que han logrado éxito sin irse por la chueca. A medida que el reguetón mexicano sigue creciendo, su impacto solo se profundizará, consolidando su lugar no solo en la historia de la música, sino también en la historia cultural de México. El reguetón mexicano es, en última instancia, un testimonio del poder de la música para unir a las personas, desafiar las normas y cambiar el mundo. En un país que sigue luchando con profundas divisiones sociales, ofrece una visión de un futuro donde todas las voces son escuchadas, y todas las identidades son celebradas. Este es el legado del reguetón mexicano: una celebración de la resistencia, la autenticidad y el orgullo de ser del barrio. Larga vida a las estrellas del barrio, porque aquí estamos, aquí seguimos, y aquí brillamos. Larga vida a las estrellas del barrio, porque desde aquí, desde estas calles, desde estas esquinas, estamos brillando. Y que se acostumbren, porque no pensamos dejar de hacerlo.