En 2015 competí para representar a la delegación Cuauhtémoc en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal . El eje de mi campaña fue un compromiso fundamental con los hombres y las mujeres de mi distrito: “voy a pelear por ti”. Seis años después, tras haberlos representado en el congreso local, la asamblea constituyente de la Ciudad de México y la Cámara de Diputados, puedo reunirme con mis vecinos con la satisfacción de haber cumplido mi palabra. En cada una de estas encomiendas me he mantenido leal a mi promesa de defender los intereses de mis electores y votar siempre como lo dicta mi consciencia. Desde la tribuna de San Lázaro impedimos que se estableciera un impuesto que hubiera despojado de sus ingresos a las mujeres que venden por catálogo, defendimos las Escuelas de Tiempo Completo y logramos más espacios para mujeres y jóvenes en puestos de responsabilidad.
El domingo 4 de abril arrancó mi campaña para la reelección como diputada federal por el histórico Distrito VIII, que comprende las alcaldías de Cuauhtémoc y Venustiano Carranza. Junto a las candidatas a alcaldesas Sandra Cuevas y Rocío Barrera vamos a recuperar el corazón de la Ciudad de México. Mi distrito comprende colonias populares de mucha tradición, como Tepito, Santa María la Rivera, Guerrero, Morelos y Tlatelolco. La gente con la que me reúno todos los días en esta campaña comparte un valor fundamental: su ética de trabajo. La gran mayoría se dedica al comercio, no tiene acceso a seguridad social y no ha dejado de trabajar un solo día a pesar de la pandemia.
El reclamo principal que se escucha en las calles es que el gobierno les quitó la oportunidad de trabajar sin ofrecerles alternativas. La propuesta de Va por México es crear un ingreso básico alimentario de 3,700 pesos al mes para 12 millones de personas que perdieron su empleo y que no cuentan con redes de protección. Lo propusimos en el Congreso desde muy temprano en la pandemia y el partido del gobierno se opuso. Prefirieron seguir financiando sus proyectos faraónicos de utilidad y viabilidad dudosas. A partir de septiembre podremos hacerlo realidad. También seguiremos dando la lucha por las mujeres que venden por catálogo y promoviendo un regreso a clases seguro.
Las prioridades son claras: seguridad, empleo y servicios de salud. En todos estos rubros estamos peor hoy que hace tres años. La gente está decepcionada de un gobierno que prometió cambiar las cosas y resultó incompetente y autoritario. Las mujeres madres de familia que tenían acceso a guarderías para dejar a sus hijos saben que, aunque reabran las escuelas, esos espacios ya no existirán. Quienes antes contaban con atención médica gracias al Seguro Popular ahora ya no tienen dónde atenderse y dejaron de recibir medicinas. A todos les preocupan los intentos por debilitar al INE en pleno proceso electoral. Aunque el gobierno le apueste a la indolencia, los mexicanos están bien informados y preocupados por lo que está pasando en el país. Por eso, el segundo eje de mi campaña es arrebatarle a Morena el control de la Cámara de Diputados. Necesitamos poner un alto a las malas decisiones que hacen que haya menos empleos, que aumente la violencia y que la vida sea cada vez más difícil en las calles de la Ciudad de México.
Nunca deja de sorprenderme la fortaleza de espíritu que tenemos los mexicanos. A pesar de la gran decepción en el gobierno y las dificultades que ha traído la pandemia, en mis recorridos para escuchar a los vecinos me encuentro con una gran voluntad de salir adelante. La gente no pide dádivas ni soluciones mágicas. Sólo quiere que la dejen trabajar. Es esta fortaleza y la convicción de que todas las dificultades se pueden superar con trabajo y con voluntad la que me inspira a buscar su confianza para dar la batalla en la Cámara de Diputados. Con esa convicción me verán recorriendo las calles de aquí al 6 de junio, platicando con la gente de mi distrito, escuchando sus problemas y preocupaciones, y refrendando la promesa que les hice desde mi primera campaña: voy a seguir luchando por ti.
Diputada Federal
@cynthialopezc1