Los capitalinos pasamos una parte considerable de nuestras vidas en el transporte público. Según el Informe Global de Transporte Público 2022, la Ciudad de México tiene el segundo tiempo de viaje promedio más alto de las 100 grandes ciudades analizadas, con 73 minutos. El porcentaje de capitalinos que hacen un trayecto de duración media (entre 1 y 2 horas) de traslado fue de 37.25%, mientras que el porcentaje de trayecto de duración larga (2 horas o más) fue de 15.36%. Esto implica que más de la mitad de los habitantes de la Ciudad de México (52.61%) invierten entre 2 y 5 horas diarias en trasladarse.
Los extensos tiempos de desplazamiento tienen un impacto negativo en la calidad de vida de los habitantes de la CDMX: aumentan el estrés y afectan la salud mental, incrementando el riesgo de desarrollar enfermedades físicas y psicológicas y limitan el tiempo disponible para actividades personales, lo que complica el mantenimiento de un equilibrio entre el trabajo y la vida familiar. Esto afecta particularmente a los habientes de las zonas periféricas de la ciudad y de la Zona Conurbada.
La inequidad en el acceso al transporte público eficiente y de calidad entre las distintas áreas de la ciudad se traduce directamente en desigualdades en la calidad de vida de sus habitantes. Reconociendo esta realidad, Santiago Taboada propone la ampliación de, por lo menos 4 líneas del metro y la construcción de 3 líneas de Cablebús en Magdalena Contreras, Tlalpan y Álvaro Obregón. Porque para emparejar la cancha, hay que empezar por emparejar el transporte público.
Otro gran reto de la movilidad en la CDMX es el aumento en la cantidad de motocicletas en circulación, que actualmente supera las 700,000 unidades. Cifra que equivale al 8% de la población de la capital. Este auge ha traído consigo un incremento significativo en los siniestros viales. De las 719 víctimas mortales en accidentes viales registrados en la ciudad durante 2022, cuatro de cada diez eran motociclistas. Ante esta situación, resulta indispensable fomentar una cultura vial que se adhiera estrictamente al reglamento de tránsito y a los estándares internacionales de seguridad, con el objetivo de regular este nuevo fenómeno vial.
Las políticas de transporte que se implementen o no ahora, repercutirán en las dinámicas de movilidad de las próximas dos o tres décadas. Es urgente emprender un plan estratégico de movilidad de largo plazo que se concentre en combatir el rezago en la modernización y las brechas entre los distintos tipos de transporte de la ciudad: tenemos Metrobuses de dos pisos de última generación y peseros que tienen más de 30 años y circulan sin ninguna medida de seguridad.
Debido a la complejidad de las dinámicas de movilidad en la Ciudad de México y su importancia para los 21 millones de personas que confluyen en ella, el transporte público de la capital exige una visión de Estado. Hay mucho que se puede hacer desde el Senado para mejorar la movilidad en la Ciudad de México.
Mi primera propuesta consiste crear una Comisión Especial para la Zona Metropolitana del Valle de México que permita recuperar el Fondo de Capitalidad, desaparecido en esta administración. Así, se podrán destinar al menos 50 mil millones de pesos a la rehabilitación integral del metro, línea por línea y estación por estación. Lo equivalente al 10% del costo de construcción del Tren Maya (511.2 mil millones). Estos recursos también se emplearán para la ampliación la red del Metro hacia las alcaldías a las que aún no llega.
Mi segunda propuesta es congelar el precio del metro en 5 pesos hasta el año 2030 mientras logramos crear condiciones dignas y eficientes para su funcionamiento. El financiamiento de la recuperación no puede provenir del bolsillo de los usuarios que sufren todos los días las malas condiciones del metro y las deficiencias en su servicio.
Finalmente, mi tercera propuesta consiste en implementar una Tarjeta de Descuento para estudiantes de preparatoria y universidades con el propósito de prevenir que abandonen la escuela por los gastos asociados al estudio. Esta tarjeta les permitirá acceder a un 50% en el costo del Metro, Metrobús, Trolebús, Trolebús elevado, Cablebús y RTP.
Una ciudad mejor conectada, con transporte público barato y de calidad para todos sus habitantes es posible. El cambio viene y, con él, una mejor movilidad para las y los capitalinos.
Diputada Federal
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