El día de ayer representó el cierre de la legislatura, un periodo crucial durante el cual el Congreso ha ejercido su poder para reformar y moldear las leyes que rigen nuestra nación. Esta legislatura, junto con la anterior, se distingue por un cambio histórico significativo: es la primera vez en la historia de México en que la mayoría parlamentaria no pertenece ni al PRIAN, los partidos que durante décadas controlaron la pluralidad política en nuestro país.
Como colaboradora en el Senado de la República durante varios años, puedo dar fe de cómo los ideales que antes parecían inalcanzables se han convertido en realidad. Uno de los hitos más importantes ha sido la inclusión de programas sociales en la Constitución, un paso fundamental que garantiza que, independientemente de la ideología o los proyectos de los presidentes futuros, siempre se destinará parte del presupuesto nacional para apoyar a quienes más lo necesitan, utilizando el dinero de todos los mexicanos de manera justa y equitativa.
Además, esta legislatura ha sido testigo de una colaboración sin precedentes entre el poder ejecutivo y legislativo. Anteriormente, los legisladores solían desempeñar un papel meramente decorativo, sometidos a la voluntad del presidente en turno. Sin embargo, en estos últimos años, hemos presenciado un cambio radical en esta dinámica. Los legisladores, especialmente los de MORENA, han demostrado un compromiso genuino con el bienestar de los más desfavorecidos, enriqueciendo los proyectos de ley con su experiencia y conocimientos, y contribuyendo así a la construcción de una verdadera ideología de Estado centrada en el pueblo.
Asimismo, que por fin exista paridad en la distribución de los cargos de representación, es un sueño que he tenido desde niña y que miles de mujeres que me precedieron, dieron sus vidas por ver realizado y que hoy es una realidad materializada en la norma.
Además de los avances en la inclusión social, esta legislatura también ha promovido importantes iniciativas en áreas como la educación, la salud y la protección del medio ambiente. Se han implementado políticas y programas innovadores que han mejorado la calidad de vida de millones de mexicanos, sentando así las bases para un futuro más próspero y equitativo.
Por todos estos logros y avances, puedo afirmar con confianza que la legislatura LXV pasará a la historia como una de las más destacadas y trascendentales de nuestro país, un punto de inflexión en la evolución de nuestra democracia y en la búsqueda constante de un México más justo y próspero para todos sus ciudadanos.
