Prometer no empobrece, pero puede meter en serios problemas de credibilidad a quien promete y se compromete si las cosas no se cumplen. Al filo de este precipicio caminan por estos días las flamantes nuevas administraciones de la Secretaría de Cultura y de la Secretaría de Ciencia e incluso la mismísima presidenta Claudia Sheinbaum si se incumple con todo lo que se ha prometido en las primeras semanas de sus gestiones, ante las comunidades culturales y científicas, en particular, y ante todo el país, en general. Así que este gobierno, que se define como progresista, debe hacer frente sin titubear al gran compromiso que tiene con la educación, la ciencia y la cultura. Sin embargo, el Proyecto de Presupuesto de Egresos para 2025 vaya que ha levantado inquietudes al respecto. No es para menos si para 2025 se plantea una reducción al presupuesto de Cultura y prácticamente se pretende dar el mismo presupuesto para Ciencia, que hereda el desastroso déficit que deja Conahcyt en importantes programas y urgentes compromisos que debe afrontar en los Centros Públicos de Investigación, que ya operan sin fideicomisos, y otras dependencias necesitadas… La razón para disminuir en más de 4 mil millones de pesos el presupuesto de Cultura es que ya no se tiene que realizar obra mayor para el Proyecto Chapultepec ni comprar terrenos para el Tren Maya, sin embargo ambos proyectos que fueron prioritarios en el sexenio pasado aún requerirán mucho dinero. En el primero, que fue inaugurado casi como obra negra, aún tienen que concluir numerosos “detalles” cuyo monto se desconoce, y requerirá de nuevos gastos; en otro frente, debe haber presupuesto para los nuevos museos y zonas arqueológicas abiertos en la Península de Yucatán que se crearon a partir del proyecto del Tren Maya. Como decían las abuelas: lo difícil no es tener hijos sino mantenerlos y el nuevo gobierno ya tiene nuevas bocas que alimentar además de toda la demás prole de un sector que anda casi en andrajos, como las escuelas que pertenecen al sistema de educación artística del INBAL… Por cierto, para el INBAL se contempla una reducción de presupuesto, lo cual a las comunidades de esas escuelas en pie de guerra desde hace semanas no les habrá sentado nada bien… Al final de la semana, la presidenta Sheinbaum anunció que la desaparición de los organismos autónomos servirá para dar más presupuesto a la educación y la cultura… ¿Será cierta esta nueva promesa o estamos ante algo parecido a lo que ocurrió en el sexenio pasado con la desaparición de los fideicomisos, cuyos recursos fueron enviados a Hacienda pero ésta nunca los redirigió a Conahcyt como el presidente López Obrador prometió cuando se justificó la extinción…? Ya sabemos cómo acabó la imagen del anterior presidente ante las comunidades culturales y científicas del país que atestiguaron cómo el mandatario saqueó y pisoteó las instituciones culturales y científicas. ¿En esto sí marcará una distancia la presidenta Sheinbaum para hacer la diferencia progresista y fortalecer la ciencia y la cultura del país? Más que dichos, estos sectores necesitan hechos y en los próximos días se verá si la presidenta decide cambiar de rumbo o caminar por las veredas empedradas que dejó López Obrador… (Escríbanos a )

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