Hace algunos días dudábamos sobre si las autoridades culturales improvisaron cuando, poco antes de que terminara 2023, enviaron un boletín para anunciar generalidades sobre la conmemoración de los 50 años de la muerte de David Alfaro Siqueiros, sin anunciar nada nuevo y concreto que hubieran preparado. Hoy ya no tenemos dudas: la Secretaría de Cultura y el INBAL no tenían absolutamente nada preparado para conmemorar al gran artista en el aniversario de su fallecimiento el pasado 6 de enero. A las pruebas nos remitimos: ni siquiera pidieron que arreglaran el césped y limpiaran la mugre de la tumba de Siqueiros, ubicada en la Rotonda de las Personas Ilustres, donde todo luce en el abandono. Alfonso Miranda, director del Museo Soumaya, en compañía de Miriam Káiser, veterana gestora cultura, se toparon con una lamentable sorpresa el pasado fin de semana, cuando descubrieron el abandono de la tumba de Siqueiros, entre otras cosas. Esta sección, que no se queda nunca con las dudas, fue a darse una vueltecita por el Panteón de Dolores y confirmó todo lo denunciado por Miranda en su cuenta de Facebook. Una vergüenza. Los equipos de Alejandra Frausto y Lucina Jiménez tuvieron cinco largos años para preparar algo memorable en honor a Siqueiros e incluso prolongar con ello el centenario del muralismo, pero no, ni siquiera pudieron pasar un trapito y una escoba en su tumba. Mínimo, ¿no? Es cierto que la Rotonda es responsabilidad de la Secretaría de Gobernación, pero así como se ve el desinterés, también se nota que hay descoordinación en este gobierno, incluso para un asunto tan sencillo como simbólico, como cuidar de la memoria de algunas de las personas más célebres e ilustres de nuestra historia. ¿Un sepulcro para ellos de honor...? Por lo visto no en el gobierno del Presidente López Obrador.
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