Después de descalificar y difamar al arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer con un comunicado escrito con notable saña y sin ofrecer pruebas, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, ofreció ayer su ya habitual reporte semanal de avances en los trabajos de salvamento arqueológico en el Tren Maya, justo el proyecto que fue criticado por Cortés de Brasdefer y otros especialistas, quienes, en pleno uso de su libertad de expresión, dieron a conocer la destrucción del patrimonio arqueológico del megaproyecto presidencial, especialmente en el Tramo 7. Pues ayer, durante su participación en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, Prieto se refirió a los salvamentos del Tren Maya como la “más grande investigación del área maya Mesoamericana”, y reconoció la labor del investigador Manuel Pérez Rivas, quien es una de las cabecillas en los trabajos de salvamento. Con menos chispa y visiblemente molesto por los hechos recientes, el funcionario pareció responder, entre dientes, a quienes han criticado y dado evidencias de la destrucción arqueológica en el Tren Maya. Para no agitar más el avispero, el antropólogo reconoció a todos los que hacen los trabajos de salvamento y rescate en los tramos de la obra ferroviaria, e insistió en que nuevos conocimientos e hipótesis están saliendo cada día gracias a los salvamentos. Sin embargo, Prieto no se refirió a los hechos recientes que lo han puesto en evidencia, ni al acoso hacia Cortés de Brasdefer. ¡Faltaba más!
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melc