Entre tanto ruido, en medio del enfrentamiento entre el Poder Legislativo contra el Poder Judicial, ha pasado prácticamente inadvertida la instalación de las Comisiones de Cultura y Ciencia en el Senado y en la Cámara de Diputados. Pues como lo oyen, habemus desde hace días comisiones de las áreas que nos ocupan e interesan. Pero... ¿deveras interesan? Esta columna, que ya ha visto pasar muchas legislaturas malas, peores y lamentables, no recuerda un desinterés general tan notorio como en esta ocasión por estas comisiones que tendrían que representar y legislar por el bien de los ciudadanos de este país que tienen el derecho a la educación, la cultura y la ciencia. ¿Será que el carro completo que garantiza el supremacista estilo de gobernar al modo priista del siglo pasado está volviendo intrascendente que haya comisiones como éstas? Porque con legisladores oficialistas que echan a andar la aplanadora para aplastar cualquier inconformidad de la oposición y que actúan como obedientes soldados que ni siquiera revisan las propuestas que les mandan, el trabajo legislativo es pura simulación... Así que puede quedar Chano o Juana y da igual, dirán los pesimistas ante el supremacismo morenista, pero como esta sección es optimista aunque nuestros críticos no lo crean, aún esperamos algo de nuestro Poder Legislativo. De ellos depende si nos dan o no la razón... Mientras eso ocurre, les informamos que la guerrerense morenista Beatriz Mojica Morga es quien preside la Comisión de Cultura del Senado, acompañada, entre otros, por Javier Corral y Susana Harp, y esta última es quien está al frente de la Comisión de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación; mientras que la hidalguense morenista Alma Lilia de la Vega (que, nos cuentan, es médica cirujana...) preside la Comisión de Cultura y Cinematografía en San Lázaro, acompañada de otros 20 legisladores, entre ellos Germán Martínez del PAN y Gibrán Ramírez Reyes de Movimiento Ciudadano, y finalmente Eruviel Ávila está a cargo de la Comisión de Ciencia de la Cámara de Diputados, quizá porque es un crack en las ciencias del chapulineo, materia en la que debería poseer un doctorado nivel dios. Así que este es el reparto principal en los escenarios legislativos de la Ciencia y de la Cultura. ¿Nos defraudarán las actuaciones de los senadores y diputados? Veremos. ¡Qué comience la función...!
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