Es verdad que la Secretaría de Cultura, a cargo de Alejandra Frausto, no se ha caracterizado por tener una reacción inmediata ante situaciones que impactan negativamente a la sociedad mexicana, a la comunidad artística y cultural y a los espacios culturales, como quedó más que claro ante el golpe económico y laboral que implicó la pandemia por el Coronavirus al Sector Cultura, ni que decir ante el huracán Otis que devastó Acapulco y Coyuya de Benítez, donde está institución federal se quedó pasmada. Es hasta hoy, casi siete meses después, que acaba de lanzar, junto con la Unesco México y el Gobierno del Estado de Guerrero, una convocatoria para “reactivar la vida cultural y artística para contribuir a la recuperación económica, social y cultural de Acapulco, Guerrero, tras la declaratoria de emergencia por el paso del huracán Otis en octubre de 2023”. Con lentitud de tortuga, la dependencia otorgará 20 mil pesos a hasta 15 talleres impartidos por talleristas, gestores culturales, artistas o colectivos, así como hasta seis apoyos de poco más de 40 mil pesos para espacios independientes que “ameriten reparaciones o recuperaciones escenográficas, de vestuario o insumos culturales”. Tanto talleres como espacios deberán generar sus propuestas —y gastar los recursos— antes del 27 de noviembre. Se trata de acciones que llegarán un año después de cuando la comunidad artística y cultural y los espacios, se vieron tan afectados. Ante su tardanza está abierta siempre la pregunta: ¿Así o más eficientes?
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Otro clásico del INBAL
Quienes fueron el sábado al Palacio de Bellas Artes se toparon con una pancarta en la entrada. El Sindicato Alterno de Trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Administrativos, Técnicos y Manuales (SATINBAL) le dedicó un mensaje a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y a la directora del INBAL, Lucina Jiménez: que respeten sus condiciones de trabajo, los acuerdos firmados y los derechos adquiridos. Lo dicen, en especial, por el pago de ropa de trabajo que, al parecer, se les debe desde 2023. No cabe duda de que en el INBAL hay clásicos, como las promesas incumplidas, que se vieron y se verán en todas las temporadas.
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