En un acto que podría considerarse incluso de cierta rebeldía, armó una conferencia de prensa para contradecir a la Secretaría de Economía, Semarnat, Sader y Cofepris luego de que comunicaran que no era posible continuar con el decreto presidencial que prohíbe el uso de glifosato por falta de alternativas. La directora de Conahcyt, cuya sumisión ante el presidente López Obrador la caracteriza, se vio en una difícil posición: defender el activismo contra el químico o cuadrarse con el resto de la 4T. Con Jesús Ramírez Cuevas presente en la conferencia (¿apoyando, consolando, vigilando...?), la funcionaria se limitó a defender que hay bioherbicidas que pueden usarse en vez del glifosato en el campo, que se ha demostrado que el químico hace daño y nada maś. Fue cuidadosa e incluso amortiguó su postura con loas al Presidente, a quien le agradeció “de corazón” por ser “el gran líder que es de esta Cuarta Transformación y haber marcado agendas prioritarias para el Conahcyt”.

Si bien la funcionaria no externó su decepción ante el menosprecio de su líder, quien pasó por alto sus argumentos contra el glifosato, sí cargó contra sus colegas de la 4T, a quienes les recordó que un comunicado de prensa no puede erogar un decreto presidencial ni sus dependencias tienen la facultad de hacerlo… (por favor, alguien que le recuerde a la doctora que en el gabinete de este país nada se mueve si no es con anuencia de Ya Saben Quién). Mucha amargura de una militante abnegada y traicionada por su líder que se resiste a darse cuenta de que su labor ante los verdaderos intereses prácticos del Movimiento es biodegradable.

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El INBAL precisa información

A propósito de la columna Crimen y castigo titulada "En el INBAL sólo resuelven bajo presión", publicada el 27 de marzo, recibimos una carta por parte del (INBAL) en la que se señala que la Gala Sir Bryn Terfel que se realizaría en el Palacio de Bellas Artes el 21 de marzo, fue pospuesta y no “cancelada”; además, según el INBAL, esto no obedeció a "la falta de pago de prestaciones a los concertistas", como se dijo en esta columna, sino que "se trató de un atraso en la dispersión de la prima vacacional de los trabajadores técnicos, administrativos y manuales de base, situación que fue solventada por el Instituto".

El INBAL anota que "los apoyos económicos a los maestros becarios del Programa de Residencias Artísticas en Grupos Estables del INBAL (Pragei), que colaboran en el Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic), fueron solventados el 22 de marzo pasado", y añade: "Dichos estímulos se gestionan con toda oportunidad por parte del Instituto, son entregados entre los días 22 y 24 de cada mes y cuyo pago depende de las autoridades hacendarias a través de la Tesorería de la Federación".

Finalmente, el INBAL acusa a esta sección de falsear información y de "falta de rigor profesional y ética de quienes de manera anónima escribieron en dicha columna". Hasta aquí, la carta del INBAL.

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Y unos detallitos por aclarar sobre el INBAL...

Sobre la carta que el INBAL envió a esta sección y que firma su directora de Difusión y Relaciones Públicas, Lilia Torrentera Gómez, nos preguntamos cuál es la gran diferencia para la audiencia que se quedó con el boleto en la mano entre "cancelar" y "posponer" un evento, más aún cuando se trata de un espectáculo de una sola fecha, anunciado como la primera vez de Sir Bryn Terfel en México, casi casi algo que ningún amante de la música clásica podía perderse. Por cierto, aún no hay fecha para que el espectáculo no cancelado sino pospuesto se desposponga... Y sobre estas minucias del lenguaje, también nos llama la atención la diferencia que puede haber entre la falta de pago de prestaciones, como dijimos aquí, y "un atraso en la dispersión de la prima vacacional de los trabajadores", como aclaran los funcionarios del INBAL. Vaya, vaya, pues en el gobierno en el que los trenes no se descarrilan sino que "se salen de flujo" parece que cantinflear es lo de hoy.

Ya que estamos aclarando esta información, precisaremos algo muy relevante: el INBAL señala en su carta que los estímulos económicos son "entregados entre los días 22 y 24 de cada mes", dato curioso si se piensa que los maestros becarios del programa de residencias que colaboran en el Cepromusic no recibieron el pago de enero y fue hasta mediados de febrero, ya que levantaron la voz, cuando se les entregó este estímulo junto con el dinero correspondiente a febrero. ¡Ahora resulta que hay una regla que ni los propios residentes conocían! Por supuesto que la inquietud que ellos tienen se debe al temor de que se repita un escenario como el del pago de enero que se "pospuso". Quizá es incómodo hablar de que un proyecto como el del Cepromusic, nominado recientemente a la Classical:NEXT 2024 Innovation Award en Berlín, padece una irregularidad sistémica que afecta la producción artística y cultural del país.

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